Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires –

El presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (Adecra), Jorge Cherro, dialogó con Conclusión y dijo estar conforme con las medidas impulsadas por el presidente de la Nación, y advirtió: «nos preparamos para un supuesto mal escenario con la esperanza que no nos suceda».

Hasta ahora hemos escuchado gran cantidad de médicos, y especialistas en pandemias, infectología y otras materias, sin embargo no sabemos con qué cantidad de efectores, equipos humanos, herramientas auxiliares para la atención de un paciente de coronavirus, como respiradores y descartables. Transitamos otro tiempo, es momento de mensurar con qué contamos para dar respuesta en los próximos meses.

Cherro explicó cómo se prepara el sistema sanitario y de salud de Argentina, cuales son las prioridades del momento, en que se debe prestar mucha atención y cuáles son las carencias que deben ser consideradas para llegar a estar a la altura de las circunstancias que se avecinan.

Respecto de la atención que el sistema de salud proporciona en un marco de «normalidad», es decir, sin que se vea afectado por hechos excepcionales como la pandemia de coronavirus, afirmó que se proyectó «cortar con todas las intervenciones que puedan ser postergadas» para «administrar bien los recursos humanos y las camas».

«Hay gente que ocupa una cama que puede ser utilizada por otro paciente más grave», explicó el titular de la Asociación.

Sobre la enfermedad, Cherro aseguró que si bien «el 80% de la gente lo va a transitar como una gripe, el 5% va a necesitar terapia intensiva con profesionales, médicos y enfermeros, con respirador. Los números impresionan pero es lo que está pasando con todo el sistema sanitario». Y agregó, «este virus es como enfrentar una Guerra».

-¿Aunque no todos los sistemas de salud en el mundo son iguales, como está posicionado el dispositivo argentino para dar una respuesta a las exigencias que impone esta pandemia?

-Se viene una problemática que significa la administración de recursos que son escasos. Esto es excepcional, no hay sistema en el mundo que esté preparado para atender una pandemia. Los sistemas sanitarios se arman de acuerdo a las patologías que son propias de cada país. En este caso, con el coronavirus, hasta el sistema sanitario mas robusto puede colapsar. Así pasó, con sistemas sanitarios importantes como el italiano y el español. Incluso los Estados Unidos. Somos un país pobre, esto nos complica, pero tenemos un sistema sanitario mixto, entre hospital público, la estructura de la seguridad social y se agregó la de las fuerzas de seguridad. Tenemos un sistema razonable.

-¿Que tan razonable para sortear un pico acorde con la población de Argentina?

-Si tenemos que atender a todos juntos, colapsa cualquier sistema. De allí la importancia de que la población vaya enfermándose gradualmente porque así nos pasará. El ministro reconoció que hay más enfermos de los que están testeados en este momento. La pandemia tendrá una curva, que trataremos que sea la más amesetada posible para que no colapse el sistema de atención. Y que el 5% de pacientes que se supone será el que más demandará atención por ser críticos, tenga la disponibilidad de herramientas necesarias para su atención.

-¿Cómo se está reconvirtiendo el sector privado?

-Fundamentalmente con disponibilidad de camas críticas, se pasan camas de internación general a camas de terapia intensiva, con el cuello de botella que esto genera porque se necesita además de lo normal y habitual como gases centrales y monitoreo- se requiere aislamiento y respiradores. Hoy tenemos una demanda importante de respiradores, porque las fábricas nacionales estaban programadas para otros tiempos. Pedirles que aumenten la producción en un mil por ciento se les complica.

-¿Se puede pedir una respuesta excepcional a los proveedores de respiradores y otros insumos que son necesarios para atender pacientes con coronavirus?

-Sí, lo hacen otros países, en Europa hay empresas que se están reconvirtiendo, Citroën, automotrices alemanas, General Motors, pero es complicada la importación porque todos orientan estos insumos para atender a su población. Y hasta si se quiere burocrático. Necesitamos la reconversión de algunas firmas nacionales. Pero también como en todo, hay insumos para la fabricación que se importan. Hay una plaqueta que debe importarse para terminar un respirador. El ministerio de Salud trabaja con el Conicet para poder destrabar esta situación. Además, la fábrica de respiradores más importante del mundo que es israelí, liberó su patente para que el mundo lo pueda utilizar. Lo importante es que lleguemos a tiempo.

-¿Qué otros recursos son indispensables y que se les deba dar mucha atención, para llegar al pico de demanda bien pertrechados?

-Los recursos son escasos en los equipos de salud, no hay tantos médicos terapistas y enfermeras especializadas en la atención de pacientes críticos y por eso el ministerio de Salud, firmó un convenio con la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, para hacer cursos a distancia y capacitar a los equipos de salud.

-¿Es la misma infraestructura la que se requiere para un paciente de coronarias u otra afección que para quien padece coronavirus?

-Generalmente las camas críticas en un sanatorio se dividen en tres o cuatro espacios, las camas de terapia intensiva, las camas de unidad coronaria, y otros espacios que son lugares aislados donde se entra por urgencia y se puede operar, pero también se puede transformar en terapia intensiva. No todas las camas criticas necesitan para una patología que es habitual de un país, un respirador. Hay más camas críticas que respiradores. La pregunta es, cuanto es el 5 por ciento que tenemos que disponer, de mil infectados, cien mil o un millón. Por eso es necesario aplanar la curva, porque se sabe que los pacientes que entran en terapia intensiva necesitan entre 15 y 20 días de cuidados respiratorios.

-¿Trabajan con un presupuesto de base de atención y demanda?

-No se tiene una palabra concluyente, esta pandemia sorprendió a todos, estamos preocupados y por lo tanto ocupados. Alineados con la salud pública, se podría dar el caso que el hospital público se desborde, y tendremos que recibir pacientes que normalmente no demandan. Pasó si con la gripe N1H1, que se atendieron pacientes y en este caso nos corresponde las generales de la ley, daremos la atención. Los argentinos deben entender que quedándose en su casa salvan vidas y evitan males mayores. Con esta cuarentena que realizamos hasta ahora se puede decir que se salvaron vidas. Es la forma con la que el sistema sanitario puede atender los pacientes críticos que lo necesiten. No hay otra, evitar el colapso.

-¿Cuál es la fecha en la que se supone será el pico?

-Hay quienes sostienen que la curva se corrió hacia mayo, en eso se escucha también que es un poco más allá de mediados de abril. Es materia para un especialista. Si es obvio que con la descentralización de los test en el país, se conocerán más casos.

-¿Los reactivos con que cuentan esos lugares son los suficientes para afrontar la pandemia?

-El país compró alrededor de 35 mil.

-¿Es mucho o es poco?

-Todo depende, en este momento es suficiente, se diría que bastante, pero hay que ir viendo cómo se proyecta la pandemia. También es comparable con los elementos de atención que necesita un equipo de salud. Que es prioritario a la hora de brindar atención para que no se enfermen los profesionales. Son especialistas altamente calificados que no sobran. Por cada paciente se utilizan elementos de protección personal en una cantidad de 25 o 30 por día, por paciente. Salvo los barbijos que tienen más duración. El resto de los elementos se descarta en el momento, es decir se necesitaran por miles. Hay que evitar el cuello de botella, los sanitarios tienen un stock, pero se pueden terminar. Hoy debemos luchar contra los precios que se desorbitaron. Es una locura, estamos condicionados a pagar 300 por ciento más por estos insumos.