Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

Alfredo Palacios, nació en 1880 y fue el primer legislador socialista del continente latinoamericano. Para acceder a su banca esperó un año, por carecer de la edad necesaria para asumir como diputado por el distrito obrero de La Boca en 1904.

Don Alfredo fue una persona apasionada por sus ideales -además- generoso. No conforme con su trabajo en leyes decisivas hizo compartir su valiosa biblioteca con todos, conocidos y extraños.

En 1902 la burguesía había dictado la Ley de Residencia como reacción a la “cuestión social” que ya se había manifestado durante la década previa. La clase obrera no se quedó de brazos cruzados y libró una histórica huelga general contra la ley de Cané.

Palacios dio su primera intervención como diputado repudiando enérgicamente la misma y prosiguió la aprobación de medidas que buscaban responder desde el parlamento a las contradicciones de la sociedad del centenario.

Este jueves se realizó en el Anexo de Diputados un recordatorio del diputado socialista, al que asistieron legisladores de ese espacio político y una nutrida concurrencia para escuchar la sentida evocación que hiciera de Don Alfredo Palacios su compañero de lucha,  Juan Carlos Coral.

Para quien pase los 50 años de edad, será fácil recordarlo en la campaña de 1973 como candidato a presidente de la Nación, en momentos que en Argentina se vivían situaciones intensas con el retorno del General Perón al país.

Juan Carlos Coral,​ fue uno de los más destacados dirigentes del Partido Socialista Argentino durante los años sesenta, compartiendo la militancia Palacios.​

Tras la emotiva y reflexiva exposición de quien fue Alfredo Palacios, Coral dialogó con Conclusión y rememoró viejas luchas, hablo de futuro y del presente del socialismo. Subrayó la vigencia de las ideas políticas y sociales de su maestro, y criticó duramente al gobierno nacional y al sistema capitalista.

La flexibilización laboral ocupó sus reflexiones y repudió el trabajo infantil. Destacó el descanso dominical -ley aprobada en 1904- y consideró que ya hace 60 años que se ataca a los trabajadores por sus conquistas.