Por Guido Brunet

El Concejo Municipal desarrolla algunos debates de relevancia para la ciudad, como el proyecto para controlar el lavado de activos y el pliego para la recolección de residuos, así como las urgencias de los vecinos, con la seguridad y el transporte a la cabeza. De eso, y de los debates que no se dan, la concejala Julia Eva Irigoitia, habló con Conclusión.

Sobre el proyecto de control de inversiones en distintas áreas comerciales y empresarias, que presupone un seguimiento de la ruta del dinero proveniente de actividades ilícitas, entre ellas el narcotráfico, la edila del bloque Todos Hacemos Rosario, señaló: “Partimos del diagnóstico que necesitamos mejorar el abordaje del problema a nivel municipal. No podemos desconocer la problemática.

 

La Municipalidad debe adoptar una modalidad de prevención y detectarse en una instancia primaria, después es difícil rastrearlo. Puede venir de diferentes actividades ilícitas, entre ellas el narcotráfico. Hay que tener personal capacitado en la Municipalidad para poner en aviso a las áreas correspondientes”, pidió la integrante de las comisiones de Gobierno, Ecología y Producción y Empleo.

Pero a su vez, aclaró: “También tenemos que ser respetuosos en cuanto a las competencias que tenemos en la ciudad.

Seguridad y transporte, primeros en el ránking de demandas

Junto con la violencia y la inseguridad, el transporte y movilidad es una de las mayores preocupaciones de los rosarinos, tiene en claro Irigoitia.

“El sistema (de transporte) fue muy castigado. Si bien la pandemia el Ejecutivo local tomó la decisión de unificar recorridos y ese impactó negativamente en la vida de los rosarinos. Después se planteó que para recuperar los recorridos tenían que sumarse usuarios, pero si el sistema no atendía las necesidades era imposible que se recuperaran aquellos usuarios. Hoy se siguen informando retrasos y deficiencias del sistema”, detalló.

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“Hay una inequidad en los recursos para el transporte con respecto a otras ciudades. Vamos a acompañar ese reclamo a Nación y Provincia”, remarcó la funcionaria, quien admitió que “el taxi también está en un momento muy complejo”.

A su vez, indicó que “la salida del Cacique generó huecos”. Pero que “el problema del transporte no tiene que ver solamente con el costo, también tiene que ver con los recorridos, demoras y el estado de las unidades”.

Si bien destaca el tratamiento del tema dentro del Palacio Vasallo, Irigoitia enfatizó que “las facultades del precio del boleto están delegadas en el Ejecutivo. Responde a una decisión del intendente”.

En relación a las otras urgencias de los rosarinos, detalló: “Muchas tendrían que ser de rutina, como tapar un bache, podar un árbol, garantizar barrido y limpieza, arreglar un poste de luz. Pero sin embargo se ven en la orden del día del Concejo”.

Otra de las grandes problemáticas es la recolección de residuos, y la expansión de los microbasurales en diferentes zonas de la ciudad. Sobre esto el Concejo debate actualmente el nuevo pliego de recolección.

Distribución de recursos

La diferencia en la distribución de recursos en las diferentes zonas de la ciudad es otro de los grandes problemas para Irigoitia, en cuanto a “infraestructura, funcionamiento de instituciones municipales”. “Tenemos que avanzar a una ciudad social y urbanísticamente integrada”, resumió.

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“Tiene que ver con cuáles son los modelos de ciudad que cada uno defiende. No podemos desconocer el estado de deterioro y abandono que los barrios vienen sufriendo hace muchísimo tiempo, no podemos atribuírselo a esta intendencia solamente. El frente político que gobierna esta ciudad hace mucho tiempo se tiene que hacer cargo”, reclamó Irigoitia.

Y amplió: “Los jóvenes no se quieren ir de sus barrios, se sienten parte. La responsabilidad de quienes gobiernan es garantizar que los jóvenes tengan las posibilidades de desarrollarse en sus barrios. Y para eso hay que equilibrar la distribución de los fondos. Tiene que ver también con la inseguridad, con la justicia social básicamente”.

Desde el barrio

Julia Irigoitia cuenta con un amplio recorrido social asentado en los barrios de la ciudad, especialmente Empalme Graneros, donde participó de la creación de la Biblioteca Popular Empalme Norte, por lo cual conoce de primera mano las necesidades que se viven en la ciudad, especialmente en sus márgenes. Y antes de asumir como concejala estuvo al frente del programa Santa Fe Más: “Fue un hermoso desafío, implicó mucho cuerpo y mucho involucramiento”.

“Siempre creímos que la política social no hay que pensarla desde lo asistencial solamente. Para que los jóvenes y familias se desarrollen. Yo vengo de una tradición política que ubica al trabajo como gran ordenador de la vida. La inclusión es vincular con el mundo del trabajo”, repitió la concejala.

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En esa línea, mencionó que “hace mucho tiempo se venía tomando a la política social desde el asistencialismo y la contención solamente. El objetivo del Santa Fe Más fue pensar la vinculación con el mundo del trabajo”.

Por último, analizó: “Algunos procesos fueron calando muy profundo en el país, entonces venimos de generaciones de personas desocupadas y un sistema educativo que en muchas situaciones expulsa. No es lo mismo para un pibe se población objetiva del Ministerio de Desarrollo Social, que serlo del Ministerio de Trabajo o Educación”.