Por Aldo Battisacco enviado especial

Transcurridas 24 horas de la destitución de Dilma por el Senado brasileño y con una Venezuela convulsionada por las protestas que piden la revocación del mandato del presidente Nicolás Maduro, la cámara Baja nacional aprobó importantes declaraciones en las que fundamenta los «principios» que deben animar los países de la región para fortalecer la democracia.

Con dos dictámenes con mayoría acordados por varios bloques legislativos surgieron los documentos que dieron basamento a las declaraciones votadas este jueves en diputados a mano alzada, fundamentalmente por la Alianza Cambiemos y el Frente Renovador – UNA.

Por su lado, el Frente para Victoria manifestó su abstención respecto de lo ocurrido en Brasil y rechazó el documento sobre Venezuela.

Tanto el Frente de Izquierda, el Movimiento Evita y Proyecto sur, decidieron votar en contra de los dos proyectos.

Sin embargo, en forma unánime todos los bloques de la cámara Baja lamentaron la destitución de Rousseff. Las diferencias fueron notorias al momento de considerar la realidad Venezolana, puesto que algunos sectores puntualizaron que la democracia de ese país caribeño fue interrumpida por el comandante Chaves.

El punta pié, llegó de parte de la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, Elisa Carrió, en la apertura del debate al decir que “Dilma lamentablemente destituida” y condenó la existencia de «presos políticos» de la oposición. Y arengó a sus pares para «propiciar» reformas en la carta de principios democrático de la Organización de Estados Americanos (OEA), para que los mandatario destituidos en Honduras y Paraguay, incluso Rousseff tengan la posibilidad de pronunciarse en ese organismo.

El diputado por el FPV, Guillermo Carmona, asintió lo consensuado por mayoría, y señaló que “es aceptable en todos sus términos” la declaración, pero estimó que esto «no es suficiente».
Seguidamente, manifestó que “el oficialismo se ha resistido a calificar lo ocurrido en el proceso deimpeachment como un golpe de Estado”.

Y dejó en claro la postura del FpV, al precisar que sostienen «categóricamente que se trata de un golpe de Estado, un golpe parlamentario que resulta insuficiente de calificarlo como ‘blando’, y agregó que se trató «de un golpe por cuotas durante meses, orquestado por medios de comunicación hegemónicos y la Justicia».

El frente renovador expresó: “Nos duele Brasil; habría que llevar luto”, refirió Felipe Solá, y cargó contra los congresistas del Plan Alto sindicándolos de estar «altamente sospechados del entramado de corrupción».

A su vez, la legisladora Alcira Argumedo contextualizó lo ocurrido en el país carioca diciendo que se trata de “la lucha internacional entre los bloques que se disputan la hegemonía mundial”, aludiendo a Estados Unidos y China.