La directora del FMI, Kristalina Georgieva, confirmó que, pese a la intención del gobierno nacional, el organismo no realizará quitas al préstamo de 44 mil millones de dólares otorgado a la Argentina.

Tal cual lo había anticipado el vocero del FMI, Gerry Rice, la funcionaria europea sostuvo que la «formulación legal» del organismo internacional de crédito impide «tomar medidas que puedan ser posibles para otros sin esta gran responsabilidad global».

Goergieva admitió, en declaraciones a la agencia Bloomberg, la necesidad de analizar cuidadosamente la carga de la deuda», aunque advirtió que ese ítem «es el trabajo del Gobierno (argentino), no del FMI».

«En términos generales, apoyamos mucho el compromiso de este Gobierno de estabilizar la economía y volver al crecimiento», sostuvo además.

Rice había advertido que la quita, tal cual fue pedida por la vicepresidenta Cristina Kirchner, «no está permitida por los estatutos, y no solo en el caso de la Argentina».

Aplicación selectiva

Cabe destacar que la voluntad del organismo de cumplir con sus estatutos a rajatabla no se evidenció durante la gestión de Mauricio Macri. El articulo VI del Acta Constitutiva indica claramente que «ningún país miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital». Es decir, financiar la fuga.

Según datos del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), en los años que gobernó Cambiemos la deuda pública aumentó en 103.808 millones de dólares y la fuga llegó a 93.667, esto es, el 90,2%. Entonces, el Fondo dejó hacer. Hoy, en cambio, abraza la letra de sus estatutos y exige que se cumplan. Un reglamento de aplicación selectiva.