El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, se quejó hoy por la demora en el rebote de la economía y afirmó estar «preocupado» porque «las grandes inversiones no llegaron y no hay certezas de que van a llegar».

El mandatario socialista expresó que en la provincia de Santa Fe no hubo caída en el empleo registrado en el 2016 debido al esfuerzo de «empresarios y productores», que resistieron a la espera del rebote.

Pero, a casi dos meses de haber comenzado el 2017 y sin que se noten mejoras económicas que impacten positivamente en Santa Fe, el mandatario socialista se mostró «preocupado» por la política de importaciones del gobierno nacional.

El gobernador se sumó así al debate por el cierre de Mefro Wheels, la única fábrica de llantas de acero para autos de la Argentina, hecho que es denunciado por los trabajadores como una consecuencia del paradigma importador.

«Creemos que un país integrado al mundo debe exportar y debe importar lo que necesita, lo que no se fabrique en el país. No podemos poner en riesgo la industria nacional con productos importados que compiten a precios más bajos«, dijo.

Consideró que las acciones a tomar con las importaciones deben ser «cuidadosas y articuladas» con organizaciones de la industria y de la producción.

Apuntó que «las grandes inversiones previstas (para el 2016) no llegaron», y que este año no tiene «certeza de que haya grandes inversiones previstas, por lo menos en Santa Fe. Apelamos a nuestros empresarios para crecer».

Lifschitz destacó que desde su administración propusieron «ayudas importantes con exenciones impositivas y financiamiento para ayudar a la actividad y la generación de puestos de trabajo».