Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires

A partir de las 15 de este martes, la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, presidida por el diputado formoseño Ricardo Buryaile -miembro de la Unión Cívica Radical (UCR)- se reunió junto a veinte expertos en ambiente y producción, para conocer aspectos de sobre la Ley de Humedales, que el oficialismo planea discutir en el recinto en las próximas semanas.

Al comenzar la reunión, Buryaile adelantó: “Están presentes más de 20 expositores. El único objetivo de esta reunión es que se pueda expresar lo que se piensa de este proyecto de Ley. La iniciativa no se trató nunca en la comisión de Agricultura, y queremos que los diputados tengan información clara sobre qué van a votar”.

En este sentido, pidió que en caso de que el Congreso apruebe una Ley de Humedales, la misma debe tener un “triple impacto”, con base “ambiental, social y productiva”. Al respecto, indicó: “Una ley que no contempla las tres cosas, no es una buena ley. Tenemos que tener en cuenta el arraigo, la gente que vive en el lugar el potencial productivo de la zona y el cuidado del medio ambiente”.

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Además, el diputado aprovechó la oportunidad para derribar “dos mitos”. En primer lugar, apuntó: “He leído mucho sobre qué paso con la Ley de Humedales, que en sentido contrario a lo que se dice, nunca llegó a la comisión de Agricultura. Nunca fui convocado a tratar de esta ley, no existe maniobra dilatoria por parte de este presidente ni de la comisión de tratar ningún proyecto de ley”.

“Quiero desestimar que la comisión de Agricultura esté trabando este proyecto. También quiero romper estos dos mitos: que nosotros estamos trabando la ley y que si no hemos tenido un mayor tratamiento y profundidad no es por nuestra voluntad. Todos estamos convencido de que necesitamos avanzar en un marco regulatorio que tenga triple impacto”, completó.

Además, el legislador indicó que el proyecto de Ley de Humedales “no está consensuado en el Congreso”, aunque adelantó que los acuerdos entre los bloques podrían darse.

Además, el titular de la Comisión lamentó no poder contar con la visión de sectores ambientalistas. “El proyecto puede estar consensuado con algunos sectores, con algunas fuerzas políticas, pero nunca fue consensuado con todo el Congreso. Quiero romper estos dos mitos: que nosotros estemos trabando y que esta ley hace 10 años que está, pero todos conocen que las leyes pierden estado parlamentario y que cada diputado se aboca al tratamiento de las comisiones que se abocan”, remató Buryaile y cerró: “Si no hemos tenido un mayor tratamiento en profundidad no es por nuestra voluntad. Todos estamos convencidos que necesitamos avanzar en un marco regulatorio de triple impacto que contemple lo social, lo ambiental y la salud”.

Por el Frente de Todos, la diputada Florencia Lampreabe aclaró que «ésta no es una ley antiproductiva, ya que no busca sacar a la ganadería del delta; por eso es importante debatir sobre lo que dicen los proyectos y no sobre otras cosas porque sino se genera confusión, porque sino con cuestionamientos procedimentales o con falacias se terminan ocultado las posiciones que se tienen sobre un proyecto que tiene más de diez años de historia».

«En el año 2013 se presentó el primer proyecto sobre este tema, por lo que ningún diputado puede decir que desconoce de que se trata; por lo que entiendo que verdaderamente tendríamos que estar discutiendo sobre el articulado y sobre el contenido de la ley, para no disfrazar con cuestiones procedimentales o de tiempo algo que en realidad entiendo como falta de voluntad o voluntad de dilación», agregó.

Entre las voces presentes, estuvo la de Luciano Berenstein de la Cámara Argentina del Empresarios Mineros (CAEM), quien dejó ver la preocupación del sector, al referir que una actittud intransigente pone en riesgo las invesiones, ya que según una proyección en 2030 ascendería a 12 mil millones de dólares.

El expositor, Pablo Mercuri (ingeniero en Producción agropecuaria -INTA-), bregó por una ley “más equilibrada y más amigable con el sector productivo” y resaltó que “todos los humedales de la Argentina tienen sistemas productivos”.  “Hemos visto que muchos de los proyectos hacen foco en los servicios ecosistémicos de regulación y muy poco en los de abastecimiento y culturales que están muy relacionados a las culturas de las personas que habitan y dependen de los humedales”, cuestionó.

Entre los aspectos socio económicos, Mercuri recalcó que “Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires concentran más del 52% de la superficie total de humedales y el 35% del stock bovino del país. Las provincias de Mendoza, Neuquén y Río Negro concentran el 100% de la producción de frutas de pepita (38.451 hectáreas) (vallels de los ríos Tunuyán, Atuel, Negro y Colorado). Estas 3 provincias concentran en sus departamentos del oeste, el 6% de la superficie total de humedales; el 65% del stock ovino patagónico. En Jujuy se concentra el 90% de la producción de camélidos”.

Juan José Neiff (Investigador del CONICET – Magister en ecología acuática) manifestó que “al necesitar una ley, nosotros estamos asumiendo que los humedales en el país están en peligro. Quizás porque se viene trasladando de los países del hemisferio norte a la Argentina y la situación no es la misma”, y observó que “se produjo una antinomia entre producción y conservación”.

Hay lugares donde los humedales en Argentina están en peligro”, reconoció Neiff y ejemplificó: “En el Delta donde se han generado la mayor parte de los proyectos de ley donde ha habido un proceso de fragmentación muy avanzado y donde hubo un proceso de modificación hídrica, pasterización, canalización, elaboración de puertos”.

A su turno, Claudia Peirano del Consejo Agroindustrial Argentino subrayó: “Creemos que es necesario asegurar la gestión sostenible de los humedales de nuestro país. Ecosistema en el que se desarrollan actividades culturales y económicas de la que dependen miles de personas”, y lamentó que los “pongan como parte del problema cuando somos quienes estamos en territorio y somos parte de la solución”.

La ley de humedales no va prevenir ni va a apagar incendios, para proteger los ecosistemas se requiere que se cumplan las leyes y se refuercen las políticas de prevención, detección temprana, presupresión y ataque rápido de los incendios”, enumeró Peirano y opinó que “se requiere coordinación entre las jurisdicciones, se asignen los recursos necesarios”.

Para los ambientalistas los humedales albergan aproximadamente un 40% de la biodiversidad global, contribuyen a la mitigación del cambio climático absorben carbono, previenen inundaciones y son fuente de agua dulce y alimentos.

En la discusión no solo se escucha a lobbies empresarios, si no también pequeños y medianos productores ganaderos que conviven con los humedales hace generaciones, funcionarios públicos planificando la construcción de un puente o viviendas sociales, o una PyME.  Y comprende además, la actividad minera, una obra para llevar agua a toda una población, entidades agropecuarias y constructoras con diversos emprendimientos en distintas latitudes de la Argentina.