El líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, resaltó durante un acto de la agrupación que «el adversario no está adentro del peronismo» aunque apuntó contra los justicialistas que se distanciaron del Frente para la Victoria y afirmó que Cristina Kirchner «va a volver a caminar con el pueblo».

«El adversario no está entre nosotros compañeros, el adversario no está adentro del peronismo ni entre aquellos que abrevan en el movimiento nacional y popular», sostuvo el hijo de la expresidenta Cristina Kirchner al encabezar un acto en el partido bonaerense de Florencio Varela durante la noche del último viernes.

En su discurso ante los militantes de La Cámpora, el diputado nacional sostuvo que «el adversario está en aquellos que quiere avanzar sobre las conquistas de los trabajadores obligando a resignar las paritarias».

«Tenemos que trabajar para mantener la unidad del campo nacional y popular», afirmó el dirigente y agregó: «No es una unidad para una victoria pírrica, no es una unidad para ganar una elección. Es una unidad para construir una fuerza política que signa sosteniendo cada derecho, cada conquista que hubo en estos años. Una unidad que les sirva al conjunto de la gente».

Si bien el mensaje puede interpretarse como un guiño, el líder de La Cámpora no dejó de cuestionar a los justicialistas que se distanciaron del Frente para la Victoria, de quienes dijo que «traicionaron a la gente que los votó».

«Quienes desde la oposición son indulgentes con el Gobierno y hasta han elogiado la feroz devaluación que cayó sobre las espaldas del pueblo argentino seguramente piensan que traicionaron a Cristina, y la verdad es que traicionaron a la gente que los votó», afirmó.

Asimismo, Máximo Kirchner arremetió contra la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal: «¿De qué vale la imagen positiva de la gobernadora si la gente se queda sin trabajo? ¿De qué vale la imagen positiva de un dirigente si la gente deja de comer?».

Finalmente, el legislador opositor instó a la militancia a «sacar a la Argentina adelante, dar la pelea y construir una mayoría popular en paz capaz de ponerse la patria al hombro, porque lo que viene es fulero y entre todos juntos va a ser mucho más fácil».

La alusión al peronismo por parte del hijo de la expresidenta Cristina Kirchner llega en momentos en que el PJ busca reorganizarse como partido, con la mira puesta en las elecciones legislativas del año próximo.

Con el kirchnerismo fuera de la estructura orgánica del PJ que preside el diputado José Luis Gioja, la rivalidad entre ambos sectores se acentuó en los últimos meses al calor de la discusión sobre qué tipo de oposición debe hacer el peronismo.

En ese debate, Máximo Kirchner salió varias veces al cruce de los dirigentes justicialistas que tomaron distancia del kirchnerismo, como el presidente del bloque de senadores PJ-FPV, Miguel Pichetto, a quien el hijo de la expresidenta cuestionó en más de una oportunidad por votar proyectos del Gobierno.

En la discusión suele entrar también el diputado del Bloque Justicialista Diego Bossio, quien formó parte del primer grupo de legisladores nacionales que abandonaron formalmente la bancada del Frente para la Victoria en la Cámara baja.

En los últimos días, Bossio señaló que el ala dura del kirchnerismo «no quiso formar parte» de la estructura del PJ tras la salida de Cristina Kirchner del Gobierno, y de esa manera exhibió la postura que tienen Pichetto y muchos de los gobernadores justicialistas.

Ese sector insiste en que La Cámpora y el sector del kirchnerismo que se mantiene fiel a la exjefa de Estado pueden integrar el partido pero no conducirlo, discusión que comenzará a resolverse a medida que se aceleren los tiempos electorales.

La ecuación del peronismo incluye al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, quien mantiene diálogo constante con Pichetto y Bossio, así como con el sector del bloque de diputados alineado con la conducción del partido.