La activista Milagro Sala ingresó el lunes al sanatorio privado «Los Lapachos», de San Salvador de Jujuy, con un cuadro de «trombosis venosa profunda» luego de que se le practicaran estudios de rutina debido a un dolor que le aquejaba en su rodilla izquierda.

Los abogados defensores de la dirigente social informaron que, desde ese momento, Sala fue trasladada a la unidad de terapia coronaria, “para ser compensada y recibir el tratamiento necesario para la trombosis”. Asimismo, durante este mediodía un equipo de salud y perito de parte de Milagro Sala, informó que tomaron contacto en dos ocasiones con ella, quien se encuentra internada en la Unidad Coronaria/Terapia Intensiva del sanatorio privado, indicaron fuentes sanitarias.

“La misma se encuentra custodiada por dos agentes de la policía, una mujer y un hombre, en la puerta de ingreso a la UCO/UTI y un tercer agente femenino, al lado de su cama, exhibiendo ostensiblemente la portación de su arma reglamentaria”, afirmaron a través de un informe de la situación.

El médico sanitarista Jorge Rachid, brindó un informe sobre la delicada condición en su salud que atraviesa Sala, y denunció a las autoridades de la provincia de Jujuy como los responsables del grave estado en el que se encuentra.

La licenciada en Psicología, Adriana Sonia Taboada y el médico especialista en medicina legal, Ariel Rossi indicaron que “si bien actualmente (Sala) se encuentra estable clínicamente, no está exenta de mayores complicaciones que pueden surgir en cualquier momento producto de su cuadro patológico de base”.

Más adelante, consideraron que la presencia de la policía al lado de su cama, “indudablemente configura una situación amenazante, de violencia psicológica y simbólica, de acoso y hostigamiento que impacta clara y directamente en su salud psíquica, generando angustia y desazón con repercusión en su cuadro clínico, tornando el pronóstico de su enfermedad más ominoso del que podría llegar a ser”.

Marcos Aldazabal, uno de sus abogados defensores, había asegurado en una entrevista que brindó este martes por la mañana que “el cuadro que presenta no está exento de complicaciones» y había anticipado que le realizarían «estudios para determinar el tratamiento a llevarse a cabo”, agregó el abogado.

Sobre ese punto, detalló que los especialistas deberán determinar si le realizan “una cirugía, o bien continuar con la anticoagulación a la espera de su evolución”, situación que caracterizó como “grave y, en el mejor de los casos, va a tardar meses en resolverse”. En tanto, advirtió el “peligro de que se produzca un desprendimiento de coágulos que derive un taponamiento pulmonar», por lo que Sala «debe permanecer internada sin movimiento alguno”.

Por otra parte, denunció que la “grave situación médica está rodeada del hostigamiento que caracteriza a los poderes judicial y Ejecutivo jujeños”, al detallar que, desde el momento de su internación, la policía local envió oficiales que permanecieron, en todo momento, «al lado de Sala”.

Algazabal denunció: “Le impidieron tener cualquier tipo de intimidad con su familia y con el personal médico –continuó-. Para peor, los policías informan constantemente, por teléfono, acerca del estado de salud de Milagro, y le realizan preguntas tanto al personal de la clínica como a los allegados a Sala”, completó.

Luego, recordó que en las últimas semanas, el Ministerio Público de la Acusación de Jujuy “expresó públicamente su intención de que Milagro Sala vuelva a la cárcel, sin importar lo dispuesto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y realizó varias presentaciones en este sentido”. “No hay precedentes de que alguien esté detenida siete años con prisión preventiva porque nunca tuvo cumpliendo pena con una sentencia firme, con una prisión domiciliaria particular con presencia policial permanente y con las presiones políticas que vive”, consideró Algazabal.

Finalmente, Aldazabal señaló que Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene pendiente de resolución la causa principal contra Sala conocida como “Pibes Villeros”, desde hace más de dos años sin resolverse.