El ministro de Energía, Juan José Aranguren, y su par chileno, Máximo Pacheco, suscribieron el acuerdo que significa un pago de 130 millones de dólares por año por 5 millones y medio de metros cúbicos de gas. Sin embargo, el vecino país no produce el combustible y ahora lo importa desde Asia.

Mauricio Macri y Michelle Bachellet, la presidenta chilena, ya habían acordado avanzar sobre este mecanismo en el encuentro que mantuvieron el 4 de diciembre cuando era aún presidente electo, el argentino la visitó Chile, en su gira también por Brasil. Ahora comenzarán las pruebas técnicas para que las ventas de su país lleguen a la Argentina a partir de mayo y hasta septiembre, a través de dos terminales: por el norte, el terminal de GNL Mejillones y el gasoducto Norandino, que aquí llegará por la provincia de Salta.

En tanto, y por la zona central será mediante el GNL Quintero y gasoducto GasAndes de Chile, a la altura de Mendoza mientras que el precio internacional del GNL cayó desde U$S 14 a U$S 7. El gas que será enviado a Chile y que tendrá como destino Argentina será transportado en unos ocho barcos desde Asia; en tanto, 4,5 millones de litros cúbicos del total diario (5,5 millones) será utilizados para consumo residencial e industrial en Buenos Aires, lo que significa que el hidrocarburo que vendrá de Chile es en total un 20% del GNL que Argentina importa.

Este acuerdo estableció que ENAP será el agente exportador de Chile, mientras que ENARSA actuará como el ente importador para la Argentina, que comenzó a importar GNL en 2008. El GNL llega en barcos y se regasifica en las terminales de Escobar y Bahía Blanca y Chile también podría vender electricidad e invertir en la producción de gas y petróleo.