La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, aseguró que su espacio no convocó formalmente a participar de la marcha del lunes próximo, pero confirmó que asistirá «sin romper ninguna» norma establecida en el marco del aislamiento social obligatorio para mitigar los efectos de la pandemia de coronavirus.

«El partido no convoca, son marchas ciudadanas, y yo no voy a romper ninguna de las medidas que se han dictado por la cuarentena, pero que no se preocupen, que tengo muy en claro las cosas que hay que cuidar en este momento en la Argentina», afirmó Bullrich en diálogo con radio Mitre.

En ese sentido, tras confirmar que concurrirá el lunes a la marcha, puntualizó que tendrá «la mayor responsabilidad que tengo que tener», frente al aislamiento social y que tomará «todos los recaudos sanitarios», y «sin romper ninguna regla».

La marcha fue convocada por redes sociales «en defensa de las instituciones fundamentales de la democracia republicana», con la denominación de 17A.

Sobre el propósito de la marcha, Bullrich consideró que «es importante manifestarse contra la reforma judicial, la cual busca la impunidad de las causas de corrupción; contra la inseguridad, que está generando una mayor incertidumbre ante la cuarentena eterna, y lo que hace al trabajo y la crisis económica de las familias».

En tanto, la titular del PRO -que forma parte de la coalición opositora Juntos por el Cambio – aseguró que, aunque su espacio no convoca a la concentración de protesta del lunes, «diría que el 99% de adherentes al PRO sienten que deben estar allí con su bandera, en su auto, cuidándose».

Respecto del aislamiento social ante la pandemia de la Covid-19, la dirigente explicó que «si alguien ha sido responsable en esta cuarentena he sido yo: hace cinco meses que estoy en mi casa, sin reuniones ni cenas, como hacen muchos funcionarios, y hace cinco meses también que no veo a mi familia».

En ese marco, Bullrich criticó al presidente Alberto Fernández por la «incertidumbre» que generó tras el anuncio de ayer, en que dispuso extender la cuarentena hasta el 30 de agosto.

En ese punto, sostuvo que necesita «un decodificador» para entender lo que quiso decir el Presidente, y que «el discurso dejó a todo el mundo anonadado», ya que «ni ningún argentino entendió el anuncio de ayer».

Aseguró además que el jefe del Estado «sabe que la gente está sin trabajar, que hay personas que están suspendidas, que las empresas están funcionando a mucho menos que a media máquina».

En esa linea, remarcó que «la realidad es que los argentinos han perdido un 40% de sus ingresos, menos el empleado del Estado, que parece que es el que tiene coronita en este país».