El canciller británico, Boris Johnson, aseguró hoy que el Reino Unido «continuará apoyando y acompañando como socio a la Argentina» en sus «esfuerzos» en distintos rubros, aunque reconoció que hay «áreas de discrepancia» y ratificó su «respeto y defensa de los derechos de los habitantes» de las Islas Malvinas.

«Para su período a cargo de la presidencia del G-20, la Argentina ha elaborado una ambiciosa agenda que se centra en los desafíos que todos enfrentamos. Cada uno de ellos exige una solución que solo podremos hallar trabajando juntos», sostuvo el jefe de la diplomacia del Reino Unido.

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En una columna de opinión publicada en el diario La Nación antes de arribar a Buenos Aires para participar de la cumbre de Cancilleres del G20, Johnson afirmó que «a lo largo del año, la Argentina y el Reino Unido podrán contribuir juntos a impulsar avances significativos».

«Gran parte de nuestro diálogo permitirá ampliar la agenda de cooperación bilateral entre nuestros dos países para los años venideros. Y ya hemos logrado importantes avances en la promoción de los valores que compartimos. Estamos trabajando juntos para incrementar la cooperación en las áreas de comercio e inversión, lazos culturales, lucha contra la corrupción y el crimen organizado, y en los vínculos en materia de ciencia y tecnología», señaló.

En ese sentido, el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte remarcó que Londres «continuará apoyando y acompañando como socio a la Argentina en estos esfuerzos, respaldando, entre otras cosas, su candidatura a miembro de la OCDE una vez que se cumpla con las reformas y los requisitos de membresía, así como también la reciente decisión de iniciar un diálogo con el Fondo Monetario Internacional, para fortalecer la economía argentina y asegurar la estabilidad del mercado».

Asimismo, aunque aseveró que ambos países son «socios naturales en numerosos aspectos», Johnson advirtió que «la otra cara de una relación tan arraigada y compleja es que también presenta áreas de discrepancia».

«Como ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, respeto y defiendo los derechos de los habitantes de las Islas Falkland (la denominación británica de las Islas Malvinas). Pero creo firmemente que en los últimos meses hemos comprobado el enorme valor del trabajo conjunto en cuestiones humanitarias, en aquellos desafíos que nos afectan independientemente de la nacionalidad, las opiniones o las creencias», planteó.

Al respecto, destacó la identificación de 90 soldados caídos en la Guerra de Malvinas que estaban enterrados en tumbas con la frase «Soldado argentino sólo conocido por Dios» en el Cementerio de Darwin.

«En marzo de este año, después de más de un año de trabajo por parte de expertos forenses, 90 familias pudieron ver nombres en las lápidas que marcan el lugar donde descansan los restos de sus respectivos hijos, hermanos y padres, dentro del cementerio argentino de Darwin. Creemos firmemente que todos los veteranos y familiares y todos aquellos que perdieron la vida durante el conflicto merecen nuestro respeto y un trato digno», dijo.

Ante ese repaso por el vínculo bilateral, el canciller británico concluyó en que ambos países tienen «una historia en común, valores compartidos y respeto por las diferencias».

«Debemos reconocer los considerables avances que hemos logrado en los últimos meses. Y debemos ser optimistas de cara al futuro. En el marco de nuestro proceso de salida de la Unión Europea, mi mensaje es que el Reino Unido está abierto a los negocios y al comercio, y fervorosamente entusiasmado con la idea de revitalizar los lazos comerciales que en otra época se entrecruzaban a lo largo y a lo ancho del globo», manifestó.

Y cerró: «La era dorada de las relaciones entre el Reino Unido y la Argentina tal vez parezcan de un pasado muy lejano, pero si bien las llamas pueden haberse atenuado, nosotros estamos listos con el fuelle -como nuestros antepasados ferroviarios- para reavivar ese fuego en aras de la prosperidad de nuestros dos grandes países».