Por Marcelo Chibotta

El movimiento sindical argentino fue considerado históricamente uno de los más sólidos del mundo a la hora de defender los intereses de los trabajadores.

Muchas son las razones para justificar esta afirmación, pero cuando uno de sus hijos alcanza la presidencia de una organización global, dicha certeza queda respaldada por una validación institucional.

Tal es el caso de quien se desempeñara como secretario de Relaciones Internacionales de la Federación Argentina de Empleados de Comercio, Raúl Cortina, que dialogó con Conclusión sobre varios aspectos desde la mirada de su rol de presidente de la Red Sindical Internacional (UNI) que ejerce desde junio de 2018.

En primer lugar, y al respecto de la organización que se dieron los trabajadores a nivel nacional, Cortina afirmó que «tiene una gran tradición en la etapa pre peronista como a posteriori del gobierno del General Juan Domingo Perón», porque «hay  una lectura política las relaciones laborales y del mundo del trabajo a partir de la pertenencia de la CGT y de los sindicatos argentinos al peronismo».

«Es un movimiento sindical que ha logrado movilizar a sus bases para llevar adelante las negociaciones colectivas, para estar presente en los lugares donde se definen las políticas», indicó, para agregar luego «que prioriza el sindicalismo de rama y de sector por sobre el sindicalismo de empresa en contra de la atomización sindical que ha posibilitado generar unas 70 u 80 federaciones con una gran  fortaleza» .

Más adelante, el titular de la organización global se refirió a la UNI y explicó que tiene la intención de «dar el debate de que hay que apropiarse de la cuestión tecnológica a la que no hay que tenerle miedo».

Además, Cortina señaló que «hay que desarrollar las acciones a las que está acostumbrado el movimiento sindical como lo hizo frente a todas las revoluciones tecnológicas teniendo en cuenta las características que tiene esta, no negándola sino yendo a buscar en los nichos en los que esa revolución tecnológica impacta negativamente sobre el trabajo y el trabajador».

En otro sentido, ofreció sus impresiones al respecto de la afectación que produce al ámbito laboral la denominada guerra comercial entre Estados Unidos y China que «es una guerra por los mercados y para ver quien se queda definitivamente con la inteligencia artificial».

Por otra parte, ya volviendo sobre la realidad argentina, se refirió a la tantas veces mencionada reforma laboral de manera definitiva: «Es un producto del mito de que la productividad y competitividad argentina dependen fundamentalmente del costo laboral de las empresas».