El equipo económico del Frente Renovador, encabezado por el diputado Marco Lavagna, analizó la marcha de la inflación y el número publicado por el INDEC para el cuarto mes del año, de 2,7% a nivel nacional (y 2,6% en el GBA), lo cual significó una importante aceleración respecto de marzo (+2,3%). Y precisaron que «el alza del dólar sostendrá la inflación en valores elevados».

Según las mediciones de los especialistas, la inflación de los últimos doce meses «alcanzó el 25,5%,  aunque mostró una leve desaceleración respecto de marzo, se trata del tercer mes consecutivo por encima del 2% mensual. De esta manera, la inflación de los últimos seis meses promedió 2,3%, lo que implica un alza anualizada de precios de más de 31%».

Según destaca el informe del IPC Congreso, la inflación núcleo, «que excluye los precios regulados y los estacionales, se mantuvo en valores elevados en el mes de abril, con un alza de 2,1%. Así, en los primeros cuatro meses del año ya acumula un incremento de 8,6%. Si consideramos el promedio de los últimos seis meses, la suba fue de 1,9% promedio mensual, lo que arroja un alza anualizada de 25%».

Además subrayaron que el mes de abril fue el tercero del año con un alza de los precios superior al 2%, de modo que en el primer cuatrimestre se acumuló una inflación de 9,5%.

En la misma linea, sostuvieron que «la marcada aceleración respecto de los meses previos (+2,2% promedio mensual del primer trimestre) obedeció al ajuste de los precios regulados (gas y transportes, fundamentalmente), que crecieron 5,3% en abril, la mayor suba del año».

Sobre los alimentos y bebidas -uno de los más sensibles a nivel social- explicaron que se observa «un alza moderada en abril, de 1,2%. Sin embargo, se trata de la primera cifra del año que se ubica por debajo del 2%, de modo que en el primer cuatrimestre subió 8%».

En el mismo, sentido, consideran que «el traslado de la reciente suba del dólar al resto de los precios de la economía (en las dos primeras semanas de mayo aumentó 20%), la inflación se mantendría en niveles elevados los próximos meses, e incluso podría llegar a acelerarse respecto de lo observado en los meses previos».

Respecto a las proyecciones, destacan en el estudio que «la suba del tipo de cambio tendrá un efecto residual en la inflación de los próximos meses en la medida en que existen precios que ajustan al valor del dólar. Este sería el caso del precio del gas que, pese a que el gobierno anunció que no iba a haber mayores aumentos de tarifas, tiene previsto ajustes periódicos en función de la evolución del dólar».

Y compararon que esta situación es similar con lo que «ocurre con el combustible, que además se verá afectado por el alza del precio internacional del petróleo. El agravante de estos precios es que tienen un traslado al resto de los bienes vía costos de producción. La inflación encontraría así un nuevo piso del 25% para 2018».

Para los economistas, «la lucha contra la inflación está lejos de ser ganada. La aclamada desaceleración de los precios no se alcanzará y la inflación mantendría el ritmo promedio de los últimos 11 años: los avances contra la inflación en los últimos tres años de gestión han sido escasos».

Por último, analizaron que «los resultados no sólo atentan contra la credibilidad del esquema de metas de inflación, sino que además se ha traducido en la encrucijada cambiaria actual (la fuerte escalada de las tasas de interés y la dificultad para desarmar el stock de Lebacs para evitar nuevas subas abruptas del dólar) y, lo peor, en un importante deterioro de los ingresos de las familias a partir del uso de paritarias para contener precios».