Un sector del oficialismo está planteando seriamente la idea de que María Eugenia Vidal debería desdoblar las elecciones del año próximo en la provincia de Buenos Aires, en una jugada que apuntaría a quitarle poder de fuego al peronismo sin el arrastre de la boleta nacional de Cristina Kirchner.

La justificación del grupo que empuja esta idea es que con las elecciones simultáneas Cambiemos pone en riesgo el gobierno del distrito más importante del país, ya que allí es justamente donde es más fuerte Cristina y todo indica que tiene más intención de voto que Macri por lo que no sería descabellado que le gane en una primera vuelta.

Por el efecto arrastre de arriba hacia abajo que históricamente se produce en la provincia de Buenos Aires y si no existe un corte de boletas significativo, una elección pareja entre Cristina y Macri pone en riesgo la gobernación para el PRO ya que cualquier candidato kirchnerista podría pelearle a Vidal. El riesgo es muy grande para el oficialismo porque del mismo modo pondría en riesgo muchas de las intendencias que controla (y las que estaría en condiciones de ganar) y también el control de la Legislatura. Demasiado.

Entre los que le dan aire a esta idea están Rogelio Frigerio y Emilio Monzó. Además de evitar el riesgo de perder la gobernación, intendencias y la Legislatura, en este grupo creen que un triunfo rutilante de Vidal le permitiría a Macri llegar envalentonado a la presidencial y despejando un clima que imaginan pesimista.

El análisis que hace este grupo es que donde más mide Cristina es en PBA y puntualmente en el Conurbano sur, donde en algunos distritos triplica a Macri (que según mediciones que manejan en el gobierno bonaerense tiene una imagen positiva de 22 por ciento allí). Una elección arrolladora de la ex presidenta en esa zona la pone en condiciones de ganar la provincia y de arrebatarle al PRO intendencias importantes como Lanús o Quilmes.

Esto -creen- sería catastrófico para Macri aún si después logra ganarle a Cristina en la segunda vuelta, e incluso generaría un clima muy adverso de cara a ese posible ballotage.

En cambio, con una elección concentrada en Vidal y los intendentes, en el PRO creen que no sólo retendrían la provincia y los distritos que gobiernan sino que ganarían otros y afianzarían el control de la Legislatura. La gobernadora siendo figura central de la elección no tiene rivales y los posibles candidatos kirchneristas como Axel Kicillof o Verónica Magario difícilmente lograrían números cercanos a los que tendrían con Cristina en la boleta.

En principio, Macri y Marcos Peña rechazan la medida porque quieren tener el empuje de la gobernadora. Como contó LPO, el Presidente ya les pidió a Vidal y Horacio Rodríguez Larreta que no desdoblen los comicios, aunque el jefe de Gobierno porteño por las dudas hizo votar la opción de separar las elecciones. Su caso es diferente al de Vidal porque los números de Macri son mucho mejores en la Ciudad que en PBA, no tiene rivales de peso y además la CABA tiene segunda vuelta, en el peor de los casos.

De todos modos, la idea de desdoblar en PBA no está desechada definitivamente y es una posibilidad que se analiza seriamente en la Casa Rosada, donde nadie quiere poner en riesgo el control del distrito más importante del país.

Fuente: www.lapoliticaonline.com