El juicio en la llamada «Causa Vialidad» por supuestos delitos con la adjudicación de obra pública en Santa Cruz entre 2003 y 2015 se reanudará este viernes con el inicio del alegato final del acusado Raúl Pavesi, exfuncionario de la Administración General de Vialidad de Santa Cruz.

La defensa de Pavesi pidió dos días para alegar ante el Tribunal Oral Federal 2, luego de que la fiscalia reclamó que sea condenado a cinco años de prisión e inhabilitación especial perpetua por presunta «administración fraudulenta agravada».

El alegato se iniciará este viernes y terminará el próximo lunes mientras que el martes será el turno de la defensa del exresponsable de Vialidad Nacional Nelson Periotti, que tiene pedido fiscal de diez años de prisión, informaron fuentes judiciales.

El juicio que también se sigue a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, entre otros imputados, está en su etapa final de alegatos y se prevé que haya veredicto antes de fin de año.

En la última audiencia realizada el martes pasado, la defensa del empresario y dueño de «Austral Construcciones», Lázaro Báez, reclamó la absolución y enfatizó que lo acusaron y encarcelaron para que «confiese» porque se buscaba que perjudique a la expresidenta.

Durante la última jornada de su exposición, la defensa a cargo del abogado Juan Villanueva descartó la existencia del delito de «asociación ilícita» y sostuvo que la fiscalía «contó un relato que ya estaba instalado mediática y políticamente pero que no se sustentó en prueba».

También sostuvo que, durante el macrismo, desde la AFIP se generó un informe «falso» para perjudicar a Báez en otra causa penal y que, pese a saber que era «mentira», los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola lo usaron en su alegato final en la causa Vialidad.

«Se contó un relato que ya estaba instalado mediática y políticamente pero no se sustentó en prueba. La fiscalía pidió que le creamos ese relato», advirtió el abogado Juan Villanueva, ante los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu.

El «relato» se basó «en que Lázaro fue ungido o elegido para ser transformado en millonario por obra y gracia de Néstor Kirchner. Nos quisieron vender los fiscales que Néstor Kirchner apreciaba tanto a su amigo Lázaro que echó por la borda su vida política y sus principios republicanos», dijo.

«Todo para que Lázaro gane plata», acotó, y consideró «un cuento» a ese relato ante la «imposibilidad clara de acreditar delitos» como la asociación ilícita y administración fraudulenta.

El defensor reafirmó que «no existió ninguna administración fraudulenta, no existió tampoco ningún perjuicio al Estado, la hipótesis del Ministerio Público Fiscal no solamente resultó falsa sino que es contraria a las leyes de la ciencia y la lógica y especialmente a la prueba de este debate».

La defensa de Báez concluyó que la acusación fiscal es un «cuento burdo y grosero» y antes de cerrar su alegato mostró una vez más imágenes de las obras realizadas por las empresas de Báez, que según la acusación nunca se hicieron o quedaron inconclusas.