Por Leandro Rosso

En el mismo mes que se cumplió el 40 aniversario del desembarco de las tropas argentinas, las islas Malvinas volvieron a ser noticia por un escándalo internacional que involucra a la gestión presidencial de Mauricio Macri. Relacionado con la Declaración firmada entre el vicecanciller argentino Carlos Foradori, y el subsecretario de Estado para Europa y las Américas del Reino Unido, Sir Alan Duncan, en el año 2016. Debido a la publicación de un libro escrito por el caballero inglés, donde aseguró que su par sudamericano estaba “totalmente borracho” cuando la firmaron.

Se trata de un supuesto acuerdo, del cual su contenido sólo se conoce por un comunicado escrito entre ambas partes, donde se proponía «remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas», entre los que se incluye «comercio, pesca, navegación e hidrocarburos».

Ese mismo año Rockhopper Exploration PLC, una de las compañías inglesas que desde el 2004 estaba explorando la existencia de hidrocarburos en las islas, absorbió a otra de esas compañías, Falkland Oil and Gas Limited, extendiendo así las áreas que pretendía explotar. A su vez el gobierno británico, ante la obstaculización de los vuelos directos desde Londres a Malvinas, por la inhabilitación del aeropuerto de Ascensión por efecto de sucesivos terremotos, demandó más vuelos internacionales desde el continente a Malvinas, y una nueva ruta, San Pablo – Malvinas, con escala en Córdoba.

La novedad, la destapó el sitio Declassified UK, donde publicó fragmentos del libro In the Thick of It, una suerte de memorias del propio Duncan. Donde comenta que ese acuerdo fue pactado a las dos de la mañana, en la bodega de la embajada inglesa en Buenos Aires. Y asegura que cuando Foradori despertó, ni recordaba lo que había firmado.