El jurista argentino Roberto Carlés convocó a «enfrentar la profunda crisis ambiental y social que padece nuestra casa común y los seres que la habitamos», al recordar el quinto aniversario de la publicación de la encíclica Laudato Si’, que se celebra este domingo, con un artículo en el diario oficial de la Santa Sede, L’Osservatore Romano.

«Mucho se ha especulado en las últimas semanas acerca de cómo será el mundo luego de la pandemia», plantea Carlés en el texto publicado hoy, en una edición especial del periódico vaticano por los cinco años de la Laudato Si’.

«Es difícil saberlo, pero de algo estamos seguros: no podremos continuar sin enfrentar la profunda crisis ambiental y social que padece nuestra casa común y los seres que la habitamos», pide Carlés en el artículo «Nada de este mundo nos resulta indiferente».

«Hace cinco años, en su encíclica Laudato Si’, el Papa Francisco inició un diálogo con toda la humanidad acerca del desafío urgente de proteger nuestra casa común», recuerda el jurista argentino, secretario de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología.

«Nos convocó a todos a una conversación sobre las raíces humanas de la profunda crisis ambiental y social que, a escala planetaria, se ensaña en particular con los pobres», resalta el único latinoamericano convocado a participar en el número especial.

«Su mensaje ha calado hondo en el pensamiento ecológico y ha sido inspiración de diversos movimientos e iniciativas», agrega Carlés.

«Sin embargo, los esfuerzos por alcanzar soluciones concretas han sido obstruidos por actitudes que van desde la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda, la confianza ciega en soluciones técnicas y, por supuesto, el rechazo de los poderosos», lamenta en esa dirección.

«La ciencia nos indica que si se reducen de inmediato las emisiones aún estamos a tiempo de frenar el aumento de la temperatura media anual por debajo de los dos grados respecto de los niveles preindustriales», augura.

En esa línea, pide que, «para que esto sea viable, es necesaria una transformación de la economía, que deberá subordinar la búsqueda del beneficio inmediato al bien común y al desarrollo humano, sostenible e integral, con la mirada puesta en las generaciones futuras».