El papa Francisco dedicó este domingo parte del rezo del Ángelus a pedir a la comunidad internacional que defienda e impulse una paz duradera entre Armenia y Azerbaiyán, luego de una semana de nuevos combates y muertos en su frontera, que amenaza con reactivar el conflicto territorial por Nagorno Karabaj.

«Sigo con preocupación el recrudecimiento de las tensiones armadas en la región del Cáucaso, en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán. Rezo por las familias de las víctimas que han perdido la vida. Espero que con el esfuerzo de la comunidad internacional y el diálogo de las partes se pueda llegar a una solución pacífica y duradera», aseguró el pontífice, citado por la agencia de noticias EFE.

En paralelo, desde Armenia, el Ministerio de Defensa de ese país informó que, aunque anoche se registraron 70 nuevos disparos desde territorio azerí, se mantiene una «calma relativa» en la frontera.

«En algunos sectores de la frontera hubo alrededor de 70 disparos enemigos con armas ligeras», informó el vocero del ministerio, Shushan Stepanian, en su página de Facebook, según la agencia de noticias DPA.

Desde el domingo pasado se registran enfrentamientos esporádicos en la frontera entre la región azerí de Tovuz y la provincia armenia de Tavush, situadas en el norte de ambos países, cerca de Georgia, en el corazón del Caúcaso.

Esta zona está a más de 250 kilómetros de Nargono Karabaj, un enclave dentro de Zerbaiyán que se declaró independiente tras una guerra en los años 90 entre los dos países y que hoy depende de la asistencia económica y política de Armenia.

Este conflicto bilateral desatado tras la caída de la Unión Soviética y los reclamos territoriales de Azerbaiyán sobre Nagorno Karabaj aún siguen vivos y a lo largo de los años el débil alto el fuego alcanzado en 1994 se ha roto.

La última gran escalada fue en abril de 2016. Se saldó con una nueva tregua, pero los enfrentamientos esporádicos, como los de esta última semana, han continuado.