Videntes aseguran que el mundo recibió dos poderosas señales del cielo, que anuncian los sucesos que vendrán a través de la naturaleza y que advierten sobre los tiempos de cambio. Para los científicos son fenómenos naturales. Sin embargo, el mundo se pregunta ¿qué está pasando? ¿Son cosas que pasan o son fenómenos casuales? En mayo de 2024, se vio durante dos días una impresionante aurora boreal, aún mayor que la famosa aurora boreal previa a la Segunda guerra mundial, sin antecedentes en el último siglo y medio, y las inundaciones en el sur de Brasil han sido las mayores de las que se tenga memoria histórica.

En mayo de 2024, se vio durante dos días una impresionante aurora boreal, aún mayor que la famosa aurora boreal previa a la Segunda guerra mundial, sin antecedentes en el último siglo y medio, y las inundaciones en el sur de Brasil han sido las mayores de las que se tenga memoria histórica.

Sin embargo, los científicos aseguran que fueron provocadas por una fuerte e inusual actividad solar, que suele registrarse en promedio cada 11 años, conocida como tormenta geomagnética, que se produjo entre el viernes 10 al domingo 12 de mayo pasado, con intensas auroras boreales, como no se habían producido en los últimos 165 años. El cielo se tiñó de color rojizo, como las que sucedió antes del comienzo de la segunda Guerra Mundial.

Con los dos fenómenos ocurridos la semana pasada, sumado a lo Dubai que sufrió terribles inundaciones a mediado de abril pasado. Los creyentes expresan ¿Qué debemos interpretar de todo esto?

Aseguran que el milagro del sol de Fátima del 13 de octubre de 1917, que fue la culminación de un mensaje escatológico que se inició el 13 de mayo, indicó que la humanidad debe mirar a la naturaleza, porque allí están los anuncios del Cielo.

Tanto que, a la monja nordestina, le fue dicho en junio de 2023, que un arcoíris precederá el Aviso o Iluminación de Conciencia, y a la vidente María Matea de Costa Rica, le fue dicho en julio de 2023, que una coloración especial del cielo en Europa precederá a la Gran Tribulación, mientras tanto hoy las señales recorren el mundo.

Además, el 21 de agosto de 2017 ocurrió un eclipse de Sol en EE.UU., cuya sombra recorrió 7 ciudades que tenían el nombre de Salem, que significa paz en hebreo, y siete años después, el 8 de abril de 2024, se produjo otro eclipse de sol, cuya sombra pasó por 7 ciudades de EE.UU. cuyo nombre es Nínive, que fue la capital del imperio asirio en la época del Antiguo Testamento, conocida por su maldad.

Y Yahveh envió al profeta Jonás a predicar que en 40 días Nínive sería destruida, pero todos los ninivitas se arrepintieron y Dios dejó sin efecto la profecía. Por lo tanto, el eclipse del 8 de abril de 2024 fue interpretado como una llamada al arrepentimiento de EE.UU., por sus pecados.

Es así, que Dios se comunica a través de la naturaleza. Hubo un terremoto cuando Jesús fue crucificado y otro que quitó la piedra de Su tumba cuando la resurrección, y uno más que liberó a Pablo y Silas de la prisión.

El Deuteronomio 28 establece que “si no obedeces la voz del Señor tu Dios, para hacer todos Sus mandamientos que yo te ordeno hoy, vendrán sobre ti maldiciones”, agrega “el Señor te herirá con sequía, con calor sofocante y convertirá la lluvia de tu tierra en polvo”.

De modo que las tribulaciones son el resultado del pecado humano, pero son avisadas de antemano.

En las famosas apariciones de La Salette, en Francia 1846, dice que “la naturaleza pide venganza de los hombres”, porque “muchos conventos ya no son más casas de Dios, sino pasturas para Asmodeo y los suyos”. Por lo tanto, dice, “las estaciones serán cambiadas y la tierra producirá sólo malos frutos”.

Por su parte, cuando Sor Lucía se puso a escribir el 3er secreto de Fátima en 1944, para entregar al obispo, tuvo una visión de la Tierra sacudida, y mares y ríos fuera de control y le fue dicho, “es la purificación del mundo del pecado en que está inmerso”.

Además, en las apariciones de Kibeho, entre 1981 y 1983, cuando una de las videntes vio montañas chocar entre sí, tormentas e inundaciones, le fue dicho, la gente está causando esto y ya está llegando.

La estigmatizada María Bordoni tuvo una visión el Viernes Santo de 1954 donde le fue dicho, “el juicio del fuego está próximo, el cual purificará la tierra de todas las iniquidades de los hombres. Nubes con reflejos de fuego surgirán en el horizonte y una lluvia de fuego caerá sobre el mundo”.

Que hace recordar al mensaje final de Nuestra Señora en Akita el 13 de octubre de 1973, donde advirtió que a menos que los hombres se arrepientan, caería fuego del cielo, creando un desastre sobre la faz de la Tierra.

Las apariciones desde Fátima para acá, nos han estado llamando a la conversión para evitar el castigo, lo vemos en la imagen del 3er secreto, donde un ángel intenta incendiar el mundo y grita penitencia.

Aunque, pocos reparan en que Nuestra Señora le dijo a la hermana Lucía que ya era tarde, que el mundo había alcanzado tal grado de pecados y no había atendido Sus pedidos y, por tanto, vendría un castigo, para llevarnos después al Triunfo del Inmaculado Corazón de María.

Dijo a los pastorcitos que la Primera Guerra Mundial iba a acabar, pero: “Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de qué va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre”.

Veinte años después, en la noche del 25 al 26 de enero de 1938, se produjo una aurora boreal que conmocionó al mundo, similar a la del 10 al 12 de mayo de 2024, aunque inferior en su magnitud y Sor Lucía juzgó que era “la gran señal”, unos meses más tarde comenzó la Segunda Guerra Mundial.

Teniendo en cuenta, que en una carta al obispo Sor Lucía le diría “Dios se sirvió de eso para hacerme comprender que su justicia estaba presta a descargar el golpe sobre las naciones culpables”.

Asimismo, en julio de 2023 Nuestra Señora dijo a una vidente de Costa Rica, conocida como María Matea, que el cielo teñido de un color rosado naranja, aparecerá en Europa antes de que aparezca el anticristo, y esté muy cerca el aviso o iluminación de conciencia. Señalan que no va a haber anuncio previo al Aviso, pero sí señales que nos indiquen su cercanía.

Dijo “Veréis los cielos llorar tristezas, llorar angustias y llorar fuego purificador; el fuego que no quema ni edificios ni la naturaleza, pero si quema la maldad dentro de los hombres”.

Hoy el mundo ya está en guerra en dos lugares con claro sentido escatológico, primero vino la invasión de Rusia a Ucrania, y Rusia es el regulador del castigo al mundo, según las profecías de Fátima y luego vino una guerra con aún más contenido escatológico, la de Tierra Santa, cuando Hamás lanzó un terrible ataque a Israel, e Israel le contestó de una forma terrible.

Y es tal la importancia de esta guerra en Tierra Santa, que fue profetizada que sucedería en octubre de 2023, por un mensaje al Padre Oliveira en Brasil enviada por nuestra Señora de Fátima que le dijo, que la tribulación escalaría de a poco a partir de esta guerra.

Tanto en los evangelios de Mateo como en Marcos, es claro que un tiempo llamado “principio de los dolores” precede a la Gran Tribulación, comenzó con el Covid 19, y en la Iglesia mucho antes.

Estamos en estos tiempos, reflexiona el Foro de la Virgen, de las llamadas a la conversión y los desastres naturales se amontonan y esto es lo que se debería interpretar de la aurora boreal de mayo de 2024 y las inundaciones del sur de Brasil.