El sumo pontífice también señaló: «Los llamados nativos digitales, los chicos de nuestro tiempo, corren el riesgo cotidiano de autoaislarse, de vivir en el ambiente virtual gran parte de su existencia, haciéndose presa de un mercado agresivo que induce a falsas necesidades».

El papa Francisco advirtió este martes del riesgo de «autodestrucción» de la humanidad por lo que denomina la «Tercera Guerra Mundial en pedazos», entre ellos el conflicto sobre la «atormentada Ucrania».

El pontífice lamentó «una carrera hacia el rearme que parece imparable y que corre el riesgo de conducirnos a la autodestrucción», al escribir el prefacio al libro «Un largo camino hacia Lisboa», de la periodista Aura Miguel, dado a conocer este martes.

«La guerra que se ha librado contra la atormentada Ucrania, una guerra sangrienta en el corazón de la Europa cristiana, es solo una de tantos pedazos de la Tercera Guerra Mundial que desgraciadamente comenzó hace años», denunció el pontífice en el escrito introductorio a la obra dedicada a la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se hará en Lisboa a inicios de agosto.

«Tantas guerras siguen en el olvido, tantos conflictos, tanta violencia incalificable sigue perpetrándose», criticó Francisco, tras la referencia al conflicto iniciado en febrero de 2022 con la invasión rusa de Ucrania.

«Nos importa, nos interesa el destino de millones de personas, de tantos niños, que no tienen agua, ni comida, ni atención médica, mientras los gobernantes parecen competir para ver quién gasta más en armamentos sofisticados», sostuvo el Papa en ese contexto.

Dentro de sus preocupaciones, el pontífice incluyó además «quien sufre en el silencio de nuestras ciudades y necesita ser acogido y escuchado», además del «destino del planeta en el que vivimos y que estamos llamados a custodiar para entregárselo a los que vendrán después de nosotros».

«Nos interesa y nos importa todo, incluso el entorno digital en el que estamos inmersos y que estamos llamados a cambiar para hacerlo cada vez más humano», añadió.

En su prefacio, Francisco analizó la situación de la juventud mundial y consideró que «los llamados nativos digitales, los chicos de nuestro tiempo, corren el riesgo cotidiano de autoaislarse, de vivir en el ambiente virtual gran parte de su existencia, haciéndose presa de un mercado agresivo que induce a falsas necesidades».

«Con la pandemia de Covid y la experiencia del encierro, estos riesgos han aumentado aún más», analizó el pontífice, antes de plantear que «salir de casa, salir con compañeros de viaje, vivir experiencias fuertes de escucha y oración, combinadas con momentos de celebración, y hacerlo juntos, hace que estos momentos sean preciosos para la vida de cada uno».

«La juventud es sueño, es apertura a la realidad, es descubrimiento de lo que realmente vale la pena en la vida, es lucha por conquistarlo, es abrirse a relaciones intensas y verdaderas, es compromiso con los demás y para los demás», agregó luego.