El papa Francisco lamentó este miércoles el «trágico incendio» que el martes dejó al menos 38 migrantes muertos en un centro de detención de México y convocó a los fieles reunidos en Plaza San Pedro a rezar por las víctimas.

«Recemos por los migrantes que fallecieron ayer en un trágico incendio en Ciudad Juárez, en México», pidió el pontífice al saludar en español a los fieles de habla hispana que siguieron la Audiencia General en Plaza San Pedro.

«Para que el Señor los reciba en su reino y dé consuelo a las familias. Recemos por ellos», agregó Francisco en referencia a las personas de varias nacionalidades latinoamericanas que murieron al incendiarse una estación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, en México.

Por otra parte, expresó su dolor por el tiroteo en una escuela de Nashville, Estados Unidos, en el que una mujer asesinó a seis personas, y definió a la matanza como un «acto de violencia sin sentido».

En un telegrama al obispo de la ciudad estadounidense, Joseph Mark Spalding, el pontífice aseguró sus condolencias a todos los involucrados y rezó para que «el bien surja del indecible mal».

«El Papa pide que se transmitan sus sentidas condolencias y se asegura su oración por todos los afectados por este acto de violencia sin sentido», precisó el escrito con la firma del secretario de Estado vaticano Pietro Parolin.

En la misiva dada a conocer este miércoles por el Vaticano, el Papa se unió además a «toda la comunidad en el duelo por los niños y adultos que han muerto», y los confió al «abrazo amoroso del Señor Jesús».

La Policía dijo que la autora de la matanza es una mujer trans de 28 años, que se sumó a la larga lista de autores de ataques en escuelas en ese país, en parte por la facilidad de acceso al mercado de las armas, pese a varias iniciativas para restringirlo.

Desde el 1° de enero pasado se registraron en Estados Unidos 131 tiroteos masivos y 4.245 murieron en estos ataques, incluidos 59 niños de menos de 12 años, según la ONG Gun Violence Archive (GVA).