El Sumo Pontífice dio un mensaje este sábado, con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, expresando, que cada comunidad cristiana se abra a la presencia de hermanas y hermanos con discapacidad asegurándoles siempre la acogida y la plena inclusión.

“El magisterio de la fragilidad es un carisma que enriquece a la Iglesia”, señaló el papa Francisco en uno de los pasajes centrales de su mensaje para el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, difundido este por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

“Ustedes, hermanas y hermanos con discapacidad pueden enriquecer a la Iglesia: su presencia puede ayudar a transformar las realidades en las que vivimos, haciéndolas más humanas y acogedoras”, expresó Francisco.

El Sumo Pontífice agregó: “Sin vulnerabilidad, sin límites, sin obstáculos que superar, no habría una verdadera humanidad. Y por eso me alegro de que el camino sinodal esté resultando una ocasión propicia para escuchar por fin también la voz de ustedes y que el eco de esta participación haya llegado al documento preparatorio de la etapa continental del Sínodo”.

Francisco alertó además sobre el peligro de que la Iglesia, a pesar de sus propias enseñanzas, pueda “imitar el modo en que la sociedad deja de lado a estas personas. Señalando algunas formas de discriminación en el mundo: la falta de escucha, la violación del derecho a elegir dónde y con quién vivir, la negación de los sacramentos, la acusación de brujería, los abusos».

El pontífice reiteró que «comunicar el Evangelio no es una tarea reservada a algunos, sino que es una necesidad imprescindible de cualquier persona que haya experimentado el encuentro y la amistad con Jesús”.

“La confianza en el Señor, la experiencia de su ternura, el consuelo de su compañía no son privilegios reservados a unos pocos, ni prerrogativas de quienes han recibido una formación cuidadosa y prolongada. Por el contrario, su misericordia se deja conocer y encontrar de manera muy particular a quienes no se fían de sí mismos y sienten la necesidad de abandonarse en el Señor y de compartir con los hermanos”, indicó.

También en el mensaje recordó el sufrimiento de hombre y mujeres con discapacidad que viven en situaciones de guerra: “¿Cuántas personas -en Ucrania y en los otros escenarios de guerra- permanecen confinadas en los lugares donde se combate y ni siquiera tienen la posibilidad de huir?”.