El papa Francisco irá el sábado 23 de septiembre a la ciudad francesa de Marsella a hacer un homenaje a los migrantes muertos en el Mediterráneo y a reclamar a Europa respuestas comunes a la situación, adelantaron fuentes vaticanas a Télam.

El pontífice llegará a Marsella, uno de los puertos más grandes del sur europeo, a primera hora del sábado y visitará la Basílica de Notre Dame de la Garde, donde rezará una oración interreligiosa y luego homenajeará a las personas fallecidas en naufragios en altamar en el medio de la ruta migratoria desde el Norte de África y Medio Oriente.

La semana pasada, el Papa consideró que la migración «es un problema que Europa debe asumir, porque los cinco países que más sufren son: Chipre, Grecia, Malta, Italia y España, porque son los países mediterráneos y es ahí donde desembarca la mayoría».

«Y si Europa no se hace cargo de esto, de una distribución equitativa de los migrantes, el problema será sólo de estos países. Creo que Europa debe mostrar que es la Unión Europea también en esto», agregó en diálogo con periodistas al regresar de una visita de tres días a Hungría.

El viaje del Papa, agregaron las fuentes, incluirá también una misa y una reunión junto a obispos del área mediterránea.

La ida del pontífice a la ciudad francesa será la primera escala de un viaje que seguirá luego hacia Mongolia, agregaron las fuentes, para una visita de al menos tres días en la que el Vaticano ya está trabajando.

El de Marsella y Mongolia será el cuarto viaje del Papa en el año, tras las visitas que hizo a República Democrática del Congo y Sudán del Sur a fines de enero y a Hungría a fines de abril, y luego de la ida prevista a Lisboa a inicios de agosto para participar de la Jornada Mundial de la Juventud.