Los trabajadores del Indec se declararon en “alerta y movilización” contra la intención del Gobierno de modificar el organismo, que en la práctica sería un desguace de cómo se lo conoce hasta el momento.

En ese sentido, la junta interna de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) contestó: «Sin nuestros trabajos no hay estadísticas confiables”.

El gremio salió así al cruce de versiones de que el Ejecutivo planea disolver el Indec y reemplazarlo por un nuevo Instituto Nacional de Estadísticas, con mayor estabilidad institucional reclamó “participación” en las decisiones que tome el Gobierno sobre el organismo.

“No fuimos cómplices de la mentira, ni de los bonistas, ni del FMI, y tampoco seremos testigos de la destrucción del Indec”, advirtió la organización sindical en un comunicado.

Los trabajadores pidieron “mantener el Indec ajeno a todo tipo de presiones o injerencias políticas”, y exigieron que la transformación se realice “sin despidos y sin empeoramiento de las condiciones actuales de contratación”.

Le reclamaron también al director del organismo, Jorge Todesca, un “mejoramiento de la carrera administrativa y la estabilidad laboral en una planta permanente única”.