Por Ariana Robles 

“Soy súper selectiva a la hora de consumir otros productos, y eso pasa con pinturas, cosméticos, productos de higiene personal; de lo que busques tenés una opción que no involucre crueldad, por eso trato de elegir lo que menos mal genere y considerar que ningún animal haya sufrido para realizar ese producto”. Así de contundente fue Cecilia, veterinaria y vegana, en diálogo con Conclusión, después de ser consultada sobre cómo hacía para no tentarse en un mundo donde a cada paso hay un kiosco o un local de comida rápida.

“Fui vegetariana durante 15 años, siempre me pareció que repudiaba un montón el tema del maltrato animal, por eso busqué información y me pareció que la forma de ser más fiel a mí misma era tomar esta decisión, que no sólo era una forma de no consumir alimentos de producción animal, sino también rechazar cualquier tipo de explotación en lo que respecta a espectáculos deportivos o el uso de animales para vestimenta”, agregó Cecilia.

El veganismo está instalado hace un tiempo, pero cada vez cobra más fuerza y adeptos. Este estilo de vida, no se trata únicamente de un cambio de alimentación, se trata de un estilo de vida que toma como principio mejorar la salud y evitar el maltrato animal.

Verónica, es otra de las mujeres que se sumó a este tipo de alimentación consciente. Hace dos años, modificó su estilo de vida y su postura ética y política frente al maltrato animal y la industria alimentaria: “De a poco fui dejando atrás todo tipo de alimentos y productos, consumo los que elaboran los microemprendimientos o busco marcas en el mercado que no recurran a la experimentación con animales”.

Pero, más allá de los aspectos filosóficos, ¿qué hay del veganismo en lo que respecta a la práctica alimentaria? Entre los nutricionistas, parece no haber una postura única. En general, los especialistas en alimentación consideran viable al veganismo siempre y cuando se adopte en forma consciente para que no se produzcan carencias nutricionales.

“La alimentación vegana es una de las mas riesgosas si hablamos desde lo nutricional, porque si la persona no sabe trabajar bien su alimentación y proteínas -encargadas de trabajar en la formación de aminoácidos-, la persona tiene un déficit, no solamente problemas de anemia, sino también problemas esquizofrénicos porque el cerebro necesita proteínas”, señaló a Conclusión, Yessy Indacochea, nutricionista y dietista, que actualmente dicta cursos en Cenna, Centro de Nutrición Natural.

«Es una opción alimenticia viable pero habrá que ver las necesidades dietéticas del individuo, porque no se trata sólo de cumplir la consigna de evitar comer animales y sus derivados, sino también de lograr una nutrición adecuada para proveer buena salud», sostuvo la nutricionista Victoria Rodríguez, también consultada por Conclusión.

Asimismo, tanto Verónica como Cecilia, coincidieron en que este estilo de vida debe llevarse de manera responsable y controlado por un profesional. “La alimentación vegana cumple con todos los nutrientes necesarios para el organismo siempre y cuando se haga en forma correcta y equilibrada. La suplementación del complejo vitamínico B12 -que es muy nombrado- es necesaria en casos de deficiencia”, señaló Verónica. “El tema de las carencias de vitaminas, minerales y proteínas es más una cuestión de desinformación que una cuestión real, hay que estar informado y tener una alimentación consciente”, agregó Cecilia.

Conciencia joven

El aumento de personalidades famosas en el mundo, también ayudó a que esta tendencia aumente. Muchas personas, sostienen al veganismo como una creencia muy fuerte sobre el cuidado de los animales, otros en cambio, lo hacen sólo para “seguir una moda”.

“Creo que algunos toman el veganismo, como moda, pero en realidad creo que está aumentando y también en gente de corta edad, por la toma de conciencia que genera el tema”, expresó Cecilia.

Un factor fundamental de esta tendencia, a la hora de explicar el crecimiento del veganismo es el poder de las redes sociales para que el mensaje llegue a todas partes.

Consumo

En medio de esta tendencia, ¿es fácil ser vegano en el país de la carne? Si se tiene en cuenta que una dieta omnívora contiene pollo, carnes y pescados, verduras y frutas, cereales y legumbres, harinas, lácteos y huevos, acorde con la guía alimentaria argentina del Ministerio de Salud, que también incorpora como novedad los frutos secos y las semillas; una dieta vegana al excluir las proteínas animales deja un espacio que tiene miles de opciones para llenar.

En relación al tema, Marcos Benítez, fundador y propietario de Cinnamon Natural Bakery -la primera panadería y pastelería vegana de Argentina- señaló a Conclusión que “la alimentación vegana es mucho más económica que la omnívora, los productos rinden más y cuestan menos un kilo de lentejas que uno de carne vacuna”. Asimismo, señaló el impacto ambiental que esto provoca: “Obtener un kilo de carne implica una inversión de recursos naturales y económicos mucho más grandes que obtener un kilo de cereales, legumbres o vegetales”.

Está claro que las propuestas y ofertas veganas se incrementaron en este último tiempo,  y tal es así, que las cartas de restaurantes ya incluyen propuestas para este tipo de público.

¿Las opciones más elegidas? “Lo que más elijen son las comidas que se asemejan más a las recetas tradicionales, como empanadas, pizzas, hamburguesas,  facturas,  tortillas,  etc.  Hoy  en  día,  la  oferta  del  mercado  es  tal que podés encontrar   una   extensa   variedad   en   productos   de   todo   tipo,  incluso arrollados,  salchichas parrilleras, yogurt y matambres; todo preparado con ingredientes vegetales”, cerró Benítez de Cinnamon.

Moda o no, está claro que el impacto del veganismo se percibe en los grupos de Facebook, diversidad gastronómica, celebridades que promueven esta dieta y nuevos alimentos para satisfacer a aquellos que desean un estilo de vida distinto, “libre de crueldad animal”.