El grupo químico y farmacéutico alemán Bayer ofreció u$s 62.000 millones para adquirir todas las acciones de la multinacional estadounidense de biotecnología Monsanto, a un precio de u$s 122 por acción, lo que -de concretarse- supone crear el mayor proveedor mundial de agroquímicos y semillas.

El CEO de Bayer, Werner Baumann, dijo que espera «una respuesta positiva de Monsanto porque la oferta le permite a los accionistas de Monsanto valorizar realmente su compañía».
En base a cálculos privados, la oferta de Bayer es un 37% superior al valor actual de mercado de Monsanto.

Frente a este escenario potencial, que transformaría a la nueva empresa en el líder mundial del mercado de semillas y fitosanitarios, el CEO de Monsanto, Hugh Grant, dijo sentirse «sorprendido» por la forma en la que se concretó la oferta, que deberá ser analizada por el directorio en los próximos días.

La noticia tuvo un importante nivel de impacto en los mercados, llevando la acción de Monsanto a 102 dólares.

En el comunicado de prensa de Bayer, donde se hizo pública la oferta, la empresa alemana dijo que «la adquisición de Monsanto sería una oportunidad interesante para crear un líder mundial de la agricultura».

«Monsanto nos impresiona desde hace tiempo y compartimos la convicción de que a través de un negocio integrado puede surgir un considerable valor para los accionistas de ambas empresas», indicó Bayer e informó que para financiar la operación de compra Bayer llevará a cabo un incremento del capital.

«El acuerdo ofrece una oportunidad convincente para Bayer para lograr convertirse en una empresa líder en semillas, plantas y productos fitosanitarios», explicó la empresa.

Una potencial fusión entre ambas compañías, que combinaría al mayor proveedor de semillas y a una de las principales industrias de productos químicos agrícolas, tendría que superar diversos obstáculos, incluyendo las posibles objeciones por parte de los reguladores y las autoridades de competencia.

La transacción supondría un nuevo paso en la consolidación del sector tras la compra de la empresa de agro negocios, con un mercado en las semillas y los pesticidas, Syngenta por ChemChina por 40.000 millones de dólares o el acuerdo de fusión alcanzado en diciembre entre DuPont y Dow Chemical.

De hecho, el pasado verano la propia Monsanto renunció formalmente a adquirir Syngenta, tras realizar varias ofertas.

De confirmarse la fusión, la división de semillas, así como los negocios norteamericanos ligados a la empresa seguirán gestionándose desde la sede de Monsanto en St. Louis, en el estado de Missouri.

En tanto, el negocio de la protección de plantas se ubicará en Monheim am Rhein, en el estado alemán de Renania del Norte-Westfalia.

La Bolsa de Frankfurt castigó la semana pasada el anuncio de los planes de Bayer de comprar Monsanto: sus acciones cayeron hasta 14%.

Desde Argentina, las filiales de las dos empresas evitaron confirmar la operación, aunque reconocieron que «la oferta es muy buena».

En Argentina, Monsanto es líder en el segmento maíz y tiene una participación importante en soja, mientras que está entre los primeras 5 empresas en el mercado de fitosanitarios. Por el lado de Bayer, cuenta con apenas el 4 % del mercado de semillas y una participación similar en fitosanitarios, por lo que de confirmarse la fusión, abarcaría un volumen mayor en los dos mercados.

Pese a que para Bayer el negocio en Argentina no tiene tanto peso, en América Latina el 50 % de la facturación de la empresa corresponde a este rubro, sobre todo en Brasil, donde es el principal proveedor del sector algodonero, y de avanzar en la compra de Monsanto, haría pie firme el negocio de la soja, del cual el país vecino es el segundo productor mundial.