Más de 500 civiles huyeron del sector rebelde de Alepo con destino a las zonas controladas por el régimen de Siria, después de que el ejército reconquistara el mayor barrio insurrecto de la segunda ciudad del país.

La captura del distrito de Masaken Hanano el sábado es el mayor éxito militar del ejército sirio desde el inicio de la ofensiva lanzada el 15 de noviembre para retomar la parte oriental de la ciudad, en manos de los rebeldes desde 2012.

Alentado por esta progresión, el régimen mostró su intención de expulsar a los rebeldes, que denuncian la inacción de la comunidad internacional frente a la política «de hambre y sometimiento» llevada a cabo por el régimen.

Masaken Hanano fue el primer barrio conquistado por los insurrectos en el verano de 2012. El conflicto dividió la ciudad en dos partes: el este, controlado por los rebeldes, y el oeste, en poder del ejército.

Las fuerzas del régimen asedian la zona oriental de Alepo, en la que residen unas 250.000 personas, desde hace cuatro meses.

El sábado por la noche, por primera vez desde 2012, unos 500 civiles abandonaron el este de la ciudad, según la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

 Aniquilar la revolución 

Esos civiles vivían en su mayoría en los distritos de Haydariye y Chaar, vecinos de Masaken Hanano. «Se dirigieron a Masaken Hanano donde el ejército los trasladó hacia zonas gubernamentales» del norte y el oeste de la ciudad, según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

Este domingo el ejército continuaba su avance hacia Sajur, otro feudo rebelde, con violentos bombardeos. La toma de este barrio permitiría al régimen cortar el sector rebelde en dos, aislando el norte y el sur.

«La aviación lo destruye todo de forma metódica, zona por zona», dijo Yaser al Yusef, representante de uno de los principales grupos rebeldes de Alepo, Nuredin al Zinki.

Yusef acusó al régimen y a sus aliados ruso e iraní de «aniquilar la revolución y de aplicar la política del hambre y el sometimiento, ante la mirada de la ONU, sin ningún respeto del derecho internacional».

Las escuelas seguían cerradas este domingo en el este de Alepo a causa de los bombardeos que golpeaban la ciudad por decimotercer día consecutivo.

Ataque químico del EI

«El ejército sirio logró su mayor éxito en Alepo Este» y «abre el camino hacia un nuevo avance», escribió este domingo el diario progubernamental Al Watan. Está «determinado a continuar sus esfuerzos, primero en los barrios adyacentes a Masaken Hanano, y luego limpiando completamente los barrios del este», añadió el periódico.

La ofensiva del régimen dejó 219 civiles muertos, entre ellos 27 niños en el este de Alepo, donde la población carece de todo por culpa del asedio, según el Osdh.

Los rebeldes intensificaron, por su parte, los disparos de cohetes hacia los barrios del oeste el sábado por la noche, matando a al menos cuatro civiles e hiriendo a decenas, según la misma fuente. En total, 27 civiles, incluidos 11 niños, fallecieron desde el inicio de la operación.

En el frente norte, el ejército turco anunció que 22 rebeldes pro turcos resultaron heridos en un ataque químico llevado a cabo por el grupo Estado Islámico (EI). Es la primera vez que Turquía, cuyas tropas combaten desde agosto al EI y a los rebeldes kurdo sirios en el norte de Siria, acusa a los yihadistas de recurrir a este tipo de armas.

La guerra siria, desatada en 2011 cuando el régimen reprimió manifestaciones pacíficas, causó más de 300.000 muertos, y se convirtió en un conflicto cada vez más complejo en el que están implicadas fuerzas regionales, internacionales y grupos yihadistas.