Después de una semana  con varias repercusiones, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció que donará los ocho millones de coronas suecas que recibirá por el Premio Nobel de la Paz, unos 950.000 dólares, para la víctimas del conflicto armado con las FARC.

«Vamos a donar ocho millones de coronas suecas para que las víctimas sean reparadas», dijo Santos durante una misa celebrada en una iglesia de la localidad de Bojayá. El premio Nobel, que será entregado el 10 de diciembre en Oslo, consiste en una medalla de oro, un diploma y un cheque por esa suma.

Santos eligió un escenario simbólico para anunciar la donación. Bojayá fue blanco de una de las peores masacres cometidas por las FARC, el 2 de mayo de 2002, cuando un comando guerrillero hizo estallar una garrafa contra la iglesia donde se refugiaban los vecinos por un enfrentamiento entre insurgentes y paramilitares. Murieron más de 70 inocentes.

A la misa, celebrada en la iglesia San Pablo Apóstol asistieron varios de los sobrevivientes de la matanza, así como el vicepresidente Germán Vargas Lleras y el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, acaso para demostrar que el gobierno no había olvidado a las víctimas. Una de las principales críticas que recibió el acuerdo fue la presunta impunidad garantizada incluso para quienes cometieron crímenes de lesa humanidad.

En tanto, el ex presidente Álvaro Uribe, que lideró la campaña por el no, insistió ayer en que los miembros de las FARC responsables de «delitos atroces» deben pagar penas de reclusión de entre cinco y ocho años, aunque más no sea en sitios alternativos como granjas agrícolas.

La proporción de colombianos que creen que las FARC tienen «intenciones legítimas» de llegar a un acuerdo de paz pasó, en tanto, de 34% en julio a 57% en octubre, según reveló la encuesta Pulso País Colombia, de la firma Datexco Company.