Una familia tipo porteña necesitó unos 12.709 pesos para no caer por debajo de la línea de pobreza en junio pasado y al menos 6.307 pesos para no ser considerada indigente.

Así lo informó oficialmente este martes la Dirección General de Estadística y Censos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, al revelar su estudio sobre Líneas de indigencia y de pobreza para los hogares porteños.

La canasta básica que delimita la línea de la pobreza aumentó un 2,85 por ciento en junio, respecto de mayo; y el valor de la canasta alimentaria se incrementó un 3,22 por ciento en el mismo período.

Matrimonio de adultos mayores, ambos jubilados y propietarios de la vivienda necesitaron en junio unos 6.218,92 pesos para no caer por debajo de la línea de la pobreza y 3.184,79 pesos para no ser considerados pobres.

En tanto, un un adulto varón de 25 años que vive solo, tiene empleo y es propietario de la vivienda necesito 4.443,47 pesos para no ser pobre y 2.068,04 pesos para no caer por debajo del umbral de la indigencia.

El estudio mide las necesidades económicas de cinco tipos de hogares, pero se toma como referencia general el que integran un matrimonio de 35 años, con ambas personas activas, propietarias de la vivienda, con dos hijos varones de 9 y 6 años.

Además de contemplar en la canasta alimentos y bebidas, la Dirección de Estadística tiene en cuenta grupos de bienes y servicios básicos como alquiler y expensas; servicios de luz, gas y agua; aranceles de escuelas, textos y materiales escolares; y transporte público.

También se tiene en cuenta para medir el valor de las comunicaciones (teléfono fijo en hogares unipersonales, telefonía celular e internet); artículos de limpieza; esparcimiento; indumentaria; salud; y equipamiento del hogar.

El criterio normativo utilizado en forma oficial excluye algunos productos como turismo, mantenimiento de vehículos particulares para el transporte, tabaco y servicio doméstico, precisó la Dirección de Estadística.