La guerra comercial entre China y Estados Unidos tuvo su repercusión en el Gobierno argentino. Luego de la reunión entre Macri y Trump, la Casa Blanca comunicó que «los dos líderes reiteraron su compromiso compartido de enfrentar los desafíos regionales como Venezuela y la actividad económica depredadora china», asegura la declaración.

Pero el problema fue cuando poco después, el canciller Jorge Faurie y el ministro Nicolás Dujovne brindaron una conferencia de prensa en la que el jefe de la diplomacia desmintió a la Casa Blanca. «No creo que se haya hablado en esos términos», respondió incómodo Faurie (que también estuvo en la reunión).

Según informó el portal La Política Online, en el Gobierno argentino saben que en la Casa Blanca hay malestar por los negocios con China. Desde el Departamento de Estado vienen detallando que todos los proyectos de inversión de China -como los que el domingo anunciará Macri con Xi Jinping- en la región tienen irregularidades y sobreprecios. Y están particularmente centrados en la base espacial de Neuquén y el acuerdo para construir centrales nucleares.

La reunión entre Trump y Xi Jinping del sábado por la noche será sin dudas lo más relevante del G20 ya que podría ponerle fin o profundizar la disputa que tanta incertidumbre ha causado en los mercados internacionales.

En este contexto, durante la presentación oficial de los presidentes asistentes a la Cumbre, se produjo un hecho que dejó mal parado a Macri. Ya que Ma se retiró del escenario antes de tiempo, y ante los llamados de Macri, el norteamericano siguió su camino.