A poco más de un mes de que termine el primer año de gestión de Mauricio Macri, un informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (Cene) de la Universidad de Belgrano asegura que casi el 60% de la población económicamente activa tiene problemas de empleo.

Con exactitud, se trata del 59,3% de los argentinos activos, que surge de sumar los desempleados (9,3% de la población económicamente activa), los subocupados y ocupados que buscan trabajo (23,4%) y los sobreocupados (26,6%).

“Sólo un 37,2% tendría un trabajo ‘normal‘”, sostiene el texto de la Cene, es decir que sólo 4 de cada 10 argentinos tiene un trabajo «normal». En ese sentido, el documento advierte que “sobre un total de 20 millones de integrantes de la población económicamente activa, sólo 7,4 millones estarían en esta última condición”.

Del total de 14 millones de asalariados, un 33,4% no está registrado, es decir que carece de descuento jubilatorio y obra social. Esto totaliza unos 4,7 millones de trabajadores que, además, ganan entre un 30 y un 50% menos que lo que obtendrían por igual empleo en blanco. Esa informalidad cae al 7,8% en Tierra del Fuego, pero trepa al 44,8% en Salta y al 42,3% en Tucumán.

«Esta radiografía plantea un enorme desafío. Es preciso crear empleo, pero sobre todo empleo de calidad, que permita no sólo reducir la desocupación y la subocupación, sino también disminuir drásticamente el empleo informal y precario», afirma Víctor Beker, director del Cene, y agrega que «para ello, se requiere un verdadero shock de inversiones productivas que dinamice el crecimiento económico y la demanda de trabajo».