El cuerpo mutilado hallado en la localidad balnearia de Miramar la semana pasada pertencería a un bebé de 18 meses que murió en Mar del Plata luego de tragarse una bombita de agua.
Este martes trascendió el nene murió a mediados de marzo luego de tragarse una «bombucha» en su casa de El Boquerón, en Mar del Plata, en un descuido de sus padres.
Los investigadores habrían llegado a esta conclusión luego de que los médicos forenses realizaran una nueva autopsia al cuerpo y encontraran en la tráquea el elemento que le causó la muerte.
Según publicó el portal de noticias de Mar del Plata, 10 Ahora, el cuerpo que apareció mutilado y sin órganos, fue identificado por medio de un cotejo de ADN, por lo que se confirmó una de las hipótesis que sostenía el robo del cuerpo.
El caso del nene que murió luego del accidente doméstico quedó a cargo del fiscal de Delitos Culposos, Pablo Cistoldi, quien en un principio caratuló la causa como «averiguación de causales de muerte» pero luego la archivó al comprobar que no existía delito y que se trató de un accidente.
En tanto, trascendió que la fiscal Ana María Caro, a cargo de la causa por el hallazgo del cuerpo a la vera de la ruta 11, cerca del arroyo «La Totora», esperaba este martes por la tarde los resultados oficiales para ordenar nuevas medidas.
A partir de ahora, la causa se centrará en tratar de identificar a los autores de la profanación del cuerpo del niño que había sidoentregado a la familia luego de constatarse que se trató de un accidente.
La fiscal Caro barajaba hasta el último fin de semana varias hipótesis, entre las que se encontraba el robo del cuerpo de algún cementerio o morgue, como así también que hubiesen realizado algún rito, o que el cuerpo había sido utilizado como mula para el tráfico de drogas.
El hallazgo del cuerpo mutilado ocurrió el lunes de la semana pasada por la noche a la vera de la ruta provincial 11 que une Miramar con la vecina localidad de Mar del Sud y fue un hombre de 45 años quien lo encontró a unos 20 metros del arroyo «La Totora».
El cadáver estaba completamente desnudo, en estado de descomposición, y le faltaban ambos pies y manos, la dentadura y también los órganos.
