El Concejo Municipal de Rosario aprobó en la tarde del jueves dos importantes ordenanzas. Una de ellas regula el funcionamiento de las playas de estacionamiento que según los considerandos «busca encontrar una solución de fondo a la problemática, que otorgue previsibilidad a los empresarios del sector y sea compatible con la planificación urbana y el plan de movilidad». La misma establece que el espacio comprendido entre avenida Pellegrini,  Oroño y el Río, toda nueva cochera, deberá contar con un número mínimo de plazas para cincuenta (50) vehículos, salvo el sector  comprendido por las calles Corrientes, Laprida, San Luis y San Lorenzo (zona calma) en donde se encuentra prohibida la radicación y habilitación de nuevas cocheras”.

Al respecto Oscar Liberton, referente de la Cámara de propietarios de playas de estacionamiento de Rosario, había considerado que “el sólo hecho de que el Concejo trate este tema nos pone contentos porque estábamos en una zona de riesgo, no sólo por nuestros empleados sino por la continuidad de la actividad comercial”.

“La regulación de aquí para adelante y que quienes se incorporen a la actividad, tengan que cumplir la norma de 50 boxes nos permite poder seguir trabajando y nos saca de esa zona de riesgo en la que estábamos. Este tema nos da ilusión y alegría”, expresó Liberton.

Finalmente, al ser consultado por la existencia de subas en las tarifas de las cocheras, el referente admitió que hubo un incremento “en el arranque del año”, pero que esos números “se mantuvieron en esos valores”. Y en seguida añadió: “Alquilar una cochera en el centro por mes cuesta unos mil o mil doscientos pesos, pero depende de cada negocio. Hubo una reunión paritaria con aumentos de sueldos, hubo aumentos en la luz, del Drei. No estamos exentos de lo que vive todo el mundo”.

Mercado Social

A partir de dos proyectos similares, uno de autoría de Sebastián Chale, de Radicales Progresistas, y el otro de Cossia, se determinó otorgar despacho a un texto unificado para crear un mercado social en lugar a determinar y que funcione bajo la órbita de la Secretaría de Economía Social.

Respecto a la creación del mercado social, los ediles fundamentaron su necesidad en el “crecimiento cuantitativo y cualitativo de la producción en las ferias de Economía Social, y la necesidad de seguir impulsando una economía que esté al servicio del desarrollo humano sostenible y participativo y sea un instrumento de transformación social”.

La norma da cuenta de “la necesidad de que la ciudad de Rosario cuente con un Mercado Social, que fomente redes de comercialización solidarias, ecosustentables y amigables con el ambiente, como así también reducir las cadenas de intermediación especulativas que alteran los precios de los productos comercializados”.

Señala la ordenanza que “3.500 familias rosarinas viven de la comercialización de sus productos en las ferias, constituyendo una alternativa de salida laboral para un importante grupo de rosarinos”.

En esa línea, argumentaron que “los actuales índices de inflación han crecido exponencialmente, influenciados entre otros motivos por la especulación comercial, llevando algunos productos de la canasta básica de alimentos a precios inaccesibles para gran parte de los consumidores”.

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