Desde la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, el dólar ha subido más de un 5%. Es por esto que Mohamed El-Erian, el principal asesor económico de Allianz y presidente del Consejo de Desarrollo Global de la Casa Blanca, advierte a los inversores que no ignorar los riesgos vinculados al fortalecimiento de la moneda.

“Un dólar demasiado fuerte puede ser una bomba para los mercados, los inversores deberían prestar más atención a la cotización del ‘billete verde’”, aseguró el economista, quien agregó: «Lo primero que veo cada mañana es cómo se está comportando el dólar, y lo que debería preocupar al mercado es que el fortalecimiento del dólar sea demasiado rápido y excesivo. Eso es lo que nos podría llevar a descarrilar».

Según el informe del Departamento de Trabajo, el dólar continúa con el alza y las nóminas se incrementaron en diciembre al mismo tiempo que los salarios registraron la mayor suba desde 2009.

Tras la victoria del magnate Trump, las expectativas de estímulo fiscal y de inflación han aumentado de forma sensible. Los funcionarios de la Reserva Federal pronostican una suba por triplicado de los tipos de interés en el año. A raíz de esto, una moneda más fuerte podría presionar las exportaciones de Estados Unidos, perjudicando la industria local.

Justamente, la reactivación de la industria estadounidense fue uno de los puntos más destacados para Trump, y los trabajadores del sector industrial ayudaron gracias a ello a alimentar la inesperada victoria. El último informe sobre empleos reveló que muchos sienten que no forman parte de la prosperidad del país, según Danny Blanchflower, un economista de la Universidad de Dartmouth.

Por otra parte, el experto asegura que los datos revelan que los trabajadores de la clase obrera tuvieron aumentos salariales más modestos que el resto de la fuerza laboral, por lo que están “muy lejos de los días felices».

El índice de participación, que da cuenta de la proporción de personas en edad de trabajar en la fuerza laboral, fue del 62,7% y sigue cerca de su nivel más bajo en más de tres décadas, una señal de que dentro del mercado laboral de EEUU hay existen algunos puntos negros.

Sin embargo, Estados Unidos creó 156.000 empleos en diciembre, después de un aumento de 204.000 en noviembre, que fue mayor a lo que se había estimado anteriormente.

El-Erian aseguró que el mercado laboral es “cíclicamente robusto”, aunque a su vez “se encuentra estructuralmente ante un desafío”. “Si uno se fija en la relación empleo-población o en la participación laboral no hemos cambiado», afirmó.

Finalmente, el economista cree que el aumento del gasto en infraestructuras, la reforma tributaria y una desregulación bien concebida podrían ser positivas para la economía y el mercado laboral a corto plazo. Más allá de eso, el país necesita crear una fuerza laboral más cualificada con personas capaces de asumir nuevos roles en una economía cambiante. «Eso habla de elementos a largo plazo», finalizó.