Durante los últimos meses, la economía del país está convulsionada y se encuentra en el foco de la tormenta. Casi todos los medios refieren, en algún momento del día, a los constantes aumentos que está sufriendo la sociedad en general. A diario, los tarifazos copan las portadas y ya no es de extrañar que día tras día surja algún aumento nuevo. En esta oportunidad, fue el turno del pan y es otra cosa que también sube…

Hasta hoy el kilo de pan costaba alrededor de 30 pesos, sin embargo, en los próximos días llegará a rondar los $37 ya que las panaderías no pueden afrontar la suba de la bolsa de harina -tiene 50 kilos-, los tarifazos y las mermas en las ventas.

«Estamos muy preocupados, estamos cada vez más complicados», expresó a Conclusión Gerardo Di Cosco, prosecretario y vocero de la Asociación de Industriales de Panaderos de Rosario respecto a los aumentos que sufrirá el pan: «Entre un 10 y un 15%».

Entre las principales causas, destacó la suba en la bolsa de la harina -principal materia prima de las panaderías-, los tarifazos y la merma en las ventas. «La harina, desde enero hasta hoy, aumentó entre un 60 y 70% y si contamos desde noviembre, llegó a un incremento del 150%. Además  los tarifazos en la luz, pasamos de pagar $8.000 en diciembre a $21.000 -reveló-, y el gas que de aumentar un 600 o 700% pasó a un 800 o 1.000%. Y obviamente esto también lo siente el resto de la sociedad, por eso las ventas se resienten y la gente compra menos».

«Lo peor es que todo sigue aumentando y lamentablemente se reflejará en el pan, que subirá entre 10 y 15% y según nuestros cálculos, el kilo se irá a 37 pesos más o menos; dependerá después de cada panadería bajarlo un poco o no, según las posibilidades que tenga», explicó el dirigente gremial.

Otra de las complicaciones que enfrentan las panaderías de Rosario es que el consumidor, al ver afectado su bolsillo por los constantes aumentos, compra pan con la misma cantidad de dinero con la que lo hacía meses atrás, perjudicando la producción: «Toda la gente atraviesa una situación crítica en la economía y es entendible, pero a nosotros nos genera, indefectiblemente, un recorte en la producción y una baja en las ventas«.

Di Cosco tuvo que lamentar además que «se hayan recortado las horas extras de los trabajadores» aunque agradeció «poder conservar, por ahora, las fuentes de trabajo» del sector.

«Lo que estamos viviendo es una locura, no nos queda más que cada panadero se reorganice como pueda y trate de pasar la tormenta», dijo indignado, al tiempo que aclaró que no guarda esperanzas de posibles soluciones ya que intentaron contactarse con autoridades provinciales y nacionales y no obtuvieron respuestas: «Nosotros sabíamos que esto iba a pasar, lo veíamos venir y quisimos hablar con los representantes a nivel provincial y nacional pero no nos escuchan».

Por último, señaló que «mientras el gobierno nacional defienda al ‘Dios mercado’, no vamos a tener soluciones».

Lo cierto, a pesar de todo, es que el pan será otro de los productos que los consumidores deberán pagar más caro. Y una vez más, volverán a verse perjudicados…