El jefe de Estado turco Recep Tayyip Erdogan, de regreso en Ankara por primera vez desde el golpe de Estado fallido, presidió este miércoles una reunión del Consejo de Seguridad nacional de casi cinco horas, mientras sigue la purga de opositores.

Erdogan había advertido ante sus simpatizantes en Estambul que tras la reunión haría un anuncio «importante», mientras que decenas de miles de personas se han visto afectadas por la purga tras la intentona golpista, que también dejó más de 300 muertos.

«Casi a diario se toman nuevas medidas que son contrarias a un modo de actuación respetuoso con el Estado de derecho», declaró a la prensa Steffen Seibert, portavoz de la canciller alemana Angela Merkel, en referencia a las represalias de Erdogan.

Cinco días después del golpe fallido, unas 55.000 personas, principalmente policías y docentes, fueron suspendidos o despedidos, según un recuento de la AFP a partir de cifras oficiales y de los medios turcos.

Por otro lado, más de 9.000 sospechosos fueron detenidos o arrestados provisionalmente, aunque no estaba claro si estos se contaban dentro de los cerca de 55.000 o no.

El hombre fuerte de Turquía dirigió en el palacio presidencial un consejo de seguridad nacional que duró casi 5 horas, antes de presidir un consejo de ministros tras el cual se debería publicar un comunicado, según la agencia de prensa progubernamental Anadolu.