La salida de la restricción para la compra de moneda extranjera «fue menos traumática de lo esperado», destacó un análisis de la consultora Management & Fit, que señaló que «la primera semana sin controles de cambio mostró un mercado expectante aunque sin sobresaltos».

De todos modos, el informe indicó que habrá que esperar hasta enero para ver «un mercado en completo funcionamiento», ya que para el primer mes del año habrá una mayor participación en el mercado de los bancos, las agencias de turismo, las casas de cambio, los importadores y los exportadores.

M&F subrayó que «tras el anuncio, la cotización oficial de la divisa norteamericana aumentó un 42% pero luego registró bajas», y puntualizó que «una oferta más ágil que la demanda, medidas complementarias, cuestiones estacionales y una cuota de confianza fueron factores que aplacaron posibles focos de tormenta».

De todos modos estimó que «si bien esta dinámica podría extenderse en las próximas semanas, la coyuntura económica empujaría eventualmente una mayor intervención del Banco Central».

Para la consultora que conduce el economista Matías Carrugati, «la oferta se acomodó al nuevo escenario más rápido que la demanda», en tanto que señaló que «la demanda mostró un comportamiento más disperso».

En ese sentido precisó que «la liberación del cepo implicó modificaciones regulatorias que afectaron gran parte de la demanda de divisas».

«En efecto, el régimen de licencias automáticas, que viene a reemplazar al sistema de Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI), prohibido por la Organización Mundial del Comercio (OMC) aún está en vías de implementación, las agencias de turismo comienzan a normalizar sus actividades lentamente y algunos bancos y casas de cambio mostraron cierto rezago para iniciar operaciones de compraventa de moneda extranjera», destacó el informe.

Además, puso de relieve que «las entidades financieras, tradicionales demandantes en este mercado, tienen prácticamente cubierta sus posiciones y limitadas sus operaciones».

En consecuencia pronosticó que «a partir de enero se espera un mayor volumen de operaciones, puesto que el mercado funcionaría de manera completamente regular», y añadió que «la demanda de dinero tiende a bajar durante los primeros meses del año, con lo cual parte del excedente de pesos podría terminar presionando los precios y el tipo de cambio».

«Por si fuera poco, el BCRA continúa con una política monetaria muy expansiva, profundizando el exceso de liquidez en moneda local. Es por ello que, al margen de la dinámica registrada por estos días, el peso sumará presiones devaluatorias durante los primeros meses de 2016», concluyó M&F.