Sirte está situada a medio camino entre la capital, Trípoli, y la gran ciudad de la región oriental de la Cirenaica, Bengasi. Se encuentra, además, a 300 km de las costas europeas.

Su proximidad a la zona petrolera, ubicada más al este, despertó el interés de los combatientes del EI, deseosos de controlar las terminales y puertos petroleros para financiar sus actividades.

Ciudad natal de Gadafi

La mayoría de los habitantes de Sirte pertenecen a una de las cuatro grandes tribus de la región: los Gadafa -el clan de la familia del dictador Muamar Gadafi derrocado y muerto en 2011-, los Warfala -muy numerosos en el oeste de Libia e influyentes en Bani Walid-, los Forjan y sobre todo los Magariha, los más partidarios de Gadafi.

Gadafi intentó por todos los medios convertirla en la capital de su Jamahiriya (Estado de las masas), pero no lo logró. Lo que sí creó fue una nueva provincia en torno a ella: Al Wosta (la central), que se añadió a las tres que ya existían: Tripolitana, Cirenaica y Fezán.

En los años 1990 ordenó instalar ministerios en Sirte e incluso el Parlamento, pero el número de víctimas en accidentes de tráfico, incluidos ministros, lo llevó a cambiar sus planes. La ciudad contaba con 120 mil habitantes antes de caer en poder del EI, el 9 de junio de 2015. Muchos de ellos lograron huir y se desconoce cuantos siguen en la localidad.

Bastión del EI

Durante la revuelta popular que derrocó a Gadafi en 2011, Sirte sufrió grandes daños. Aprovechando la caótica situación de Libia donde milicias rivales se disputan el poder, el EI conquista Sirte en junio de 2015. El grupo instala su cuartel general en el centro de conferencias Uagadugú, edificado por Gadafi, donde se fundó la Unión Africana en septiembre de 1999. Los yihadistas recorren la ciudad a bordo de todoterrenos para vigilar que los hombres respetan las horas de oración y que las mujeres jamás salen sin acompañante. Encarcelan, crucifican o decapitan a decenas de personas.

Clave para el Gobierno de unión

El 12 de mayo, menos de dos meses después de su instalación en Trípoli, el Gobierno de unión libio (GNA) lanza una ofensiva sobre Sirte. Cuestionado por sus rivales políticos, el ejecutivo quiere convertir la conquista de la ciudad en un símbolo de su autoridad. Tras más de seis meses de combates, sus fuerzas anunciaron este lunes la toma de la ciudad.