El próximo 9 de enero Finlandia pondrá en marcha un experimento consistente en pagar un ingreso básico a 2.000 personas desempleadas elegidas aleatoriamente que recibirán cada mes 585 dólares durante dos años.

Los autores de este proyecto, dirigido por el Instituto Nacional de Seguridad Social conocido como Kela, quieren demostrar si estos esquemas contribuyen a motivar a la población a encontrar trabajo. En este sentido, la jefa de la Unidad de Asuntos Jurídicos de Kela, Marjukka Turunen, considera que el experimento supondrá “un gran incentivo para la gente”, al menos “para que empiecen a trabajar a tiempo parcial”.

El factor clave de este experimento es que los participantes no pagarán impuestos aunque encuentren trabajo y empiecen a cobrar un salario además de recibir estos pagos del Estado. Según Turunen, muchos desempleados que reciben subsidios sociales en Finlandia temen ocupar trabajos menores porque temen que su situación empeore una vez paguen los impuestos.

La participación en el experimento es obligatoria, pero existen condiciones por las que un participante puede dejar de recibir los pagos. Por ejemplo, si empieza a recibir una prestación por atención infantil, si entra en el servicio militar o se traslada al extranjero. El 48% de los participantes serán mujeres y el 52% hombres, mientras que la edad se distribuye de la siguiente manera: el 30% tendrán 25-34 años, el 29% 35-44 años y el 41% entre 45 y 58 años.