El papa Francisco renovó hoy sus pedidos por «los cristianos perseguidos en el mundo» y convocó a «alimentar el deseo universal de paz», durante el Regina Coeli, que por cincuenta días tomará el lugar del tradicional Ángelus dominical.

«Que la Virgen nos ayude a creer e interceda, en especial, por las comunidades cristianas perseguidas y oprimidas, que en tantas partes del mundo, están hoy llamadas a un testimonio más difícil y valiente», pidió el Pontífice en la Plaza San Pedro al recitar el Regina Coeli, una celebración establecida en 1742 y por la que durante el tiempo de Pascua, que transcurre desde la Resurrección hasta el día de Pentecostés, se sustituye el rezo del Ángelus por esta antífona.

«Seremos hombres y mujeres de resurrección si, en medio de las vicisitudes que atormentan al mundo, que son tantas, de la mundanidad que nos aleja de Dios, sabremos brindar gestos de solidaridad y de acogida, alimentar el anhelo universal de la paz y la aspiración de un ambiente libre de degradación«, continuó.

Francisco ha destinado varios mensajes a pedir por las comunidades cristianas de todo el mundo, en el marco de lo que define un «ecumenismo de sangre» en el que católicos, ortodoxos y otras Iglesias sufren las persecuciones por igual, especialmente en países de Medio Oriente como Siria.

El Pontífice dedicó la intención de su oración de marzo, y el correspondiente clip de la serie mensual «El video del Papa», a denunciar la persecución a cristianos.