Las autoridades turcas identificaron al autor del atentado que dejó 39 muertos en una discoteca durante la noche de año nuevo en Estambul como Abdulkadir Masharipov, un ciudadano originario de Uzbekistán con nacionalidad kirguiza, según publicó hoy el diario Sabah, cercano al gobierno, aunque hasta esta noche no había confirmación oficial.

De acuerdo a la edición on line del diario turco Hurriyet, el presunto atacante llegó a Estambul desde la provincia central de Konya el 15 de diciembre y sería seguidor del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que reivindicó el atentado en el que murieron 39 personas y más de 70 heridos.

El EI, una milicia que nació en Irak durante la ocupación estadounidense y creció en la vecina Siria al calor de la guerra civil, reivindicó la autoría del atentado y explicó que fue en «venganza» por los ataques del Ejército turco en Siria.

Hoy también la prensa informó que el supuesto atacante nació en 1983 y que una célula de uzbekos del EI en Konya apoya a Masharipov, que está prófugo y cuyo nombre en código es Abu Muhammed Horasan.

Tras el tiroteo de siete minutos en el glamoroso club Reina, a la vera del río Bósforo en Estambul, el atacante consiguió huir. Según los investigadores citados por la agencia de noticias ANSA, el hombre disparó 180 proyectiles y cambió seis cargadores. Luego se fugó en taxi, hasta el viejo barrio de Kurucesme. Y se perdió su rastro.

Uno de los datos que circuló con fuerza sobre su identidad apuntaba a militantes de Uzbekistán o Kirguizistán, posibles miembros de la misma célula del EI que cometió en junio pasado el atentado contra el aeropuerto internacional de Estambul y mató a 45 personas.

El gobierno turco había desplegado en vísperas de Año Nuevo alrededor de 25.000 miembros de las fuerzas de seguridad para prevenir nuevos ataques o atentados.

No obstante, un hombre con un arma automática logró entrar a uno de los boliches más exclusivos y conocidos de Estambul y abrió fuego indiscriminadamente contra las cientos de personas que festejaban allí la entrada del 2017.

Al menos 39 murieron y cerca de 70 resultaron heridas. La mayoría de las víctimas fatales eran extranjeras, entre ellas tres libaneses, un indio, una franco-tunecina, cinco sauditas y una palestina-israelí.

Dos días después de la masacre, las autoridades anunciaron la detención de 12 personas presuntamente vinculadas al atentado.

La ola de atentados en Turquía coincide con la purga y las detenciones masivas de presuntos opositores que comenzó después del golpe de Estado fallido de mediados de 2016. Desde entonces, 41.326 personas fueron arrestadas y decenas de miles perdieron sus trabajos por supuestos vínculos con la intentona cívico-militar.