Por Alejandro Maidana

Daría la impresión que la única alternativa de cambio que acompaña a la globalización, es atentar de manera artera contra la naturaleza en todo su esplendor. Megaproyectos que apoyados en la empatía del Estado, llegan barriendo todo a su paso como si de lo que se prescindiera fuese algo tan descartable como la consciencia de algunos.

Los cordones montañosos vienen siendo el blanco predilecto durante décadas por las megamineras, el extractivismo saqueador y contaminante, solo deja pobreza y viudas como dirían las abuelas de Famatina.

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La provincia de Córdoba, más precisamente el hermoso Valle de Punilla, está llevando adelante uno de los debates más importantes en torno a la defensa del medioambiente y a la calidad de vida de sus habitantes. El colapso de la vieja ruta 38, le ha dado lugar a un proyecto que en lugar de contemplar el daño irreversible que causaría en la naturaleza, avanza sin prejuicio alguno.

La autovía de montaña contaría con cuatro carriles y se extendería a lo largo de 45 kilómetros desde el dique San Roque hasta La Cumbre. Iniciada la primera etapa, la resistencia a la misma no se hizo esperar, vecinos y ambientalistas se movilizaron contra la construcción de la autovía de montaña de Punilla y reclamaron a la Provincia que se paralicen las obras en la comuna de San Roque. Luego de que el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) recomendara que analicen otras alternativas que afecten menos los ecosistemas y la vida en las sierras.

Fernando Barri es doctor en Biología, docente de la UNC e investigador del CONICET, en diálogo con Conclusión brindó detalles concretos sobre la peligrosidad del proyecto. “Desde las distintas asambleas socioambientales y organizaciones sociales de Punilla, nos venimos manifestando y realizando acciones para evitar que el gobierno avance con su proyecto de autovía de montaña”.

“El proyecto es del gobierno provincial para reemplazar a la ya perimida ruta 38 que ha sido devorada por las ciudades y pueblos de este valle. La misma ha sido comida literalmente, ya que en casos como el de Cosquín la ruta se ha convertido prácticamente en una peatonal. La realidad es concreta, la necesidad de concretar una vía rápida es real, pero el gobierno claramente ha optado por la peor de las alternativas”, sostuvo Barri.

El docente de la Universidad Nacional de Córdoba es tajante a la hora de definir como la peor de las alternativas la elegida por el poder político, sobre esto profundizó: “La idea de atravesar todo el faldeo de la montaña va a estar afectando el principal atractivo turístico de la zona, ya que las corta a la mitad. Pero no sólo eso, va a estar haciendo desaparecer el poco bosque nativo que queda en la región , afectará las cuencas hídricas en una región en donde el agua escasea y la contención de las grandes lluvias desaparecerá”, indicó.

El mayor yacimiento de uranio del centro de país en serio riesgo, “esta autovía pasaría durante 5 km por este yacimiento con los riesgos que implicarían los movimientos de suelo en esa zona para la salud de la población. Entonces son demasiados elementos que demuestran desde el punto de vista científico, técnico y social que no es la alternativa correcta y que en lugar de generar algún tipo de beneficio solo traerá perjuicios. Es por eso que insistimos que el gobierno revalué algunas de las otras 6 alternativas que tenía, una paralela por la ruta 38 y otras desde el oeste de Punilla con mucho menor impacto”.

“En tal sentido se realizó una audiencia pública y lo interesante de la misma, más allá de lo histórica ya que duró una semana, es que más del 80%  de los que expusieron rechazaron el proyecto de la autovía de montaña. Nuestras expectativas están puestas en que la Secretaría de Ambiente no le otorgue la licencia ambiental a este proyecto dado el impacto. Pero lamentablemente dudamos ya que se trata de un órgano del gobierno auditando al propio gobierno, esto es un claro hecho político”, relató el investigador del CONICET.

En base a una autorización previa, el gobierno ha avanzado con la obra en un trecho de la Comuna de San Roque en donde se puede ver claramente el impacto en las sierras. Si bien la audiencia pública fue claramente contraria a esta iniciativa, la misma al no ser vinculante, el gobierno de Córdoba pretende seguir adelante. El pueblo ya brindó su veredicto, ahora es menester de la política desoírlo o respetar la voluntad de las mayorías ¿Podrán contra el Punillazo?