La jueza federal María Servini de Cubría dictó hoy la «falta de mérito» para Ibar Pérez Corradi, en el marco de la causa en la que se lo acusa de ser el autor intelectual del Triple Crimen de General Rodríguez.

Pérez Corradi, de 38 años, está acusado del delito de privación ilegítima de la libertad agravada y amenazas en concurso real con homicidio agravado de los empresarios farmacéuticos Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.

Por falta de pruebas, la magistrada decretó por el momento la falta de mérito para ordenar el «procesamiento o sobreseimiento» de Pérez Corradi en esta causa, por la que ya fueron condenados como autores materiales los hermanos Christian y Martín Lanatta, y Víctor Schillaci, aunque avanzará ahora en la investigación con nuevas medidas de prueba.

En paralelo a esta causa, Servini de Cubría investiga al exfinancista por el tráfico de efedrina al país entre 2007 y 2008, por lo cual en octubre pasado lo había procesado con prisión preventiva, por lo que por el momento continuará detenido.

En su fallo, la jueza advirtió que «el cuadro probatorio existente, no permite procesar o sobreseer al encausado, fundamentalmente en virtud de prueba pendiente de producción, en gran medida relacionada con las citas de la indagatoria».

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«Toda vez que no se encuentra configurado por el momento el grado de probabilidad, ni la certidumbre negativa exigida por el Código Procesal Penal de la Nación, estimo prudente (…) decretar la falta de mérito de Ibar Esteban Pérez Corradi respecto de los sucesos imputados, ya que para dictar un auto de mérito respecto del encartado, debe fundarse en una derivación razonada de la legislación vigente a la luz de los elementos de prueba colectados», señaló la magistrada.

Y remarco que se trata de «un delito complejo, cuya copiosa investigación lleva ocho años de desarrollo, con confusas y oscuras tramas íntimamente vinculadas al desvío de efedrina a los canales del narcotráfico, la posible participación de personas que integran esferas de poder, la repercusión pública de los hechos e innumerables escollos para el esclarecimiento de los sucesos».

Pérez Corradi era hasta ahora el principal sospechoso de haber planeado los asesinatos de los empresarios farmacéuticos, con el objetivo de «eliminar la competencia en el fructífero mercado ilegal de comercialización de efedrina».

Tras permanecer prófugo desde 2012, fue recapturado en junio pasado en Paraguay, con documentos falsos y huellas digitales borradas: finalmente fue extraditado a la Argentina y quedó a disposición de Servini de Cubría, quien incluso rechazó un pedido para que viaje a Estados Unidos para ser indagado en el marco de otra investigación en su contra por el tráfico de oxicodona, un analgésico derivado del opio.

En su fallo, Servini de Cubría marcó la importancia de avanzar en nuevas medidas de prueba, entre ellas declaraciones testimoniales, careos, pedidos de información a la Policía Federal, a empresas de seguimiento satelital de vehículos y solicitar listados de llamadas entrantes y salientes de ese día vinculadas a Pérez Corradi, «entre otras tantas medidas».

«Los medios de convicción hasta aquí adquiridos no resultan suficientes para confirmar la responsabilidad del imputado, y resta producir basta prueba, no solo relativa a las citasexpuestas por el imputado en su descargo, sino que también otras que se desprendan de la pormenorizada lectura del legajo n° 1172 del Tribunal en lo Criminal n° 2 de Mercedes, como de la copiosadocumentación reservada y de las causas remitidas «ad effectumvidendi», que en su totalidad superan ampliamente los 200 cuerpos», explicó la jueza.