La problemática que atraviesa el Sanatorio Gomara de la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez sigue en suspenso y a la espera de la próxima audiencia en el Ministerio de Trabajo, prevista para el viernes a las 10.
Mientras tanto, los 66 trabajadores que corren riesgo de quedarse sin trabajo piden la colaboración de las autoridades locales y provinciales para destrabar el conflicto, que perjudica además a 7.200 jubilados que se atendían en el centro de salud.
«Atravesamos una situación crítica y ahora estamos atravesando un límite, porque estamos a punto de perder nuestros trabajos, producto de la falta de inversiones por parte del empresariado, una mala gestión, y la quita de la cápita del Pami», explicó a Conclusión el delegado del Sindicato de la Sanidad, Ricardo Nery Dosko.
Luego, indignado, agregó: «No puede ser que no estemos garantizando la salud a la ciudadanía. Por eso pedimos solidaridad del gobierno local y provincial porque además de los pacientes que se quedan sin poder acceder al servicio de salud son 66 familias que se quedan sin sus fuentes de trabajo».
Se trata del único centro de salud de complejidad de tercer nivel -terapia intensiva, tomógrafo, resonador, quirófano- de la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez, y de la región.
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