El nuevo jefe de la Policía de Santa Fe, comisario general José Luis Amaya, aseguró hoy que la fuerza cuenta con «una buena tropa» y que asume su cargo «con satisfacción y orgullo», tras lo cual advirtió «una inusitada violencia» en la sociedad.

Amaya asumió en la fuerza en las últimas horas por decisión del gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz, y del ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, quienes ordenaron el relevo de toda la cúpula de la policía de Santa Fe con el objetivo de lograr «mayor operatividad», en medio de una creciente ola de homicidios y de marchas en reclamo de mayor seguridad.

El comisario Luis Bruschi, quien había asumido el último 11 de abril, pidió licencia en su cargo como jefe de la policía, y asumió de manera interina el comisario Amaya, quien estaba al frente de la Unidad Regional II de Rosario.

Los cambios comenzaron hace una semana cuando fue relevado al jefe Unidad Regional I Santa Fe, comisario mayor Adrián Rodríguez, por el comisario mayor Luis María Siboldi.

Ayer, y en un acto «reservado» realizado en el Ministerio de Seguridad, y en el que solo participaron los directores generales de policía y los jefes de las Unidades Regionales, el ministro Pullaro puso en funciones al nuevo titular policial provincial.

Fuentes consultadas indicaron que el Pullaro cuestionó el trabajo realizado en los últimos meses en materia de seguridad y dijo que sus exigencias «no tuvieron una devolución de la fuerza» a pesar de haberla dotado de nuevos medios tecnológicos para combatir el delito.

Asimismo, el ministro anunció que a la brevedad comenzará a funcionar el Observatorio de Comando Operacional (OCO), donde se impartirán las órdenes a los efectivos en base a lo que ingrese en la central del 911, y por un sistema digitalizado de denuncias.

El flamante jefe de la fuerza manifestó hoy que cuenta con «una buena tropa» y aseguró que asumió su cargo «con satisfacción y orgullo, aunque no es la mejor etapa».

En declaraciones a la prensa, Amaya señaló que «se advierte una inusitada violencia en las relaciones humanas» y destacó que «lo que antes se dirimía a golpes de puño, hoy se hace con un arma de fuego. Hay menosprecio a la vida humana».

El comisario general Amaya, de 50 años, se formó en Agrupación Cuerpos con un perfil operativo, y en sus antecedentes se encuentran que fue jefe de Policía de la Rosario y del Nodo 4, antes de convertirse en el subjefe de la fuerza provincial.

Amaya será secundado por el comisario general José Pérez (ex Nodo 4, actual jefe de la UR V, Rafaela).

«No es que el policía tenga miedo, se prepara, uno espera que no llegue un enfrentamiento armado, uno siente que se enfrenta al peligro pero no se retrasa por eso la conducta de intervenir ante el delito», aseguró Amaya, quien luego acotó que «muchos sienten el uniforme aunque el desafío es profesionalizar aún más al policía para que sea profesional».