Primero en Santa Fe y luego en Rosario. El presidente Mauricio Macri visitó las dos ciudades más importantes de la provincia en pocas horas de diferencia. En la ciudad capital hizo entrega de viviendas para familias que se encuentran en riesgo hídrico por las crecidas de los ríos Paraná y Salado, mientras que en la Cuna de la Bandera encabezó un par de reuniones y evitó el contacto con la prensa, aunque prefirió dar una entrevista exclusiva a un canal local.

Macri arribó a Rosario minutos antes de las 11 en un avión privado y mantuvo una reunión con diferentes referentes sociales y algunos políticos de Rosario. Así, estuvo con los padres Claudio Castricone y Fabián Belay, mientras que luego junto a representantes del PRO y de la UCR, entre ellos Anita Martínez, Roy López Molina, Charlie Cardozo, Alejandro Roselló, Agustina Bouza, Julián Galdeano, Jorge Boasso.

Con los sacerdotes el primer mandatario se interiorizó sobre los problemas de adicciones que ocurren en diferentes barrios de la ciudad. Macri no habló, pero sí lo hicieron Belay y Castricone.

«Compartimos las inquietudes y las miradas que tenemos sobre este tema. La necesidad de seguir fortaleciendo espacios, de crear oportunidades para los jóvenes. También se habló de cómo generar en los barrios mayores espacios de contención desde los sistema de educación y de salud. También desde los polideportivos. Hablamos sobre cómo darles oportunidades a los jóvenes y que no queden a la deriva del consumo», contó Belay. Y agregó: «Se conversó sobre cómo acompañar a los jóvenes para su ingreso al sistema laboral. Planteamos lo importancia de apoyar a los jóvenes en la contención para que puedan sostener las responsabilidades. Se llevaron las inquietudes como agrandar la casa de internación y el proyecto de abrir un centro para mujeres. Ellos se comprometieron a estudiar las propuestas. Fue una reunión muy buena porque dialogamos e intercambiamos ideas. Pudimos plantear nuestras inquietudes con respecto a estos temas».

A su vez, Castricone afirmó: «Lo que me gustó mucho de la reunión fue que el presidente nos escuchó. Nunca imaginé que iba a estar hablando con un presidente, planteándole algunas cuestiones concretas. Le dije a Macri que lo que hacemos en los barrios es atender a los enfermos. Como dice el Papa Francisco, en el hospital de campaña estamos atendiendo al herido. Pero le planteé a Macri que no haya heridos. Es decir, tenemos que ir a las causas que es la exclusión. El chico que termina en una adicción es un excluido de la sociedad».

 

Luego, y más allá de una nutrida guardia periodística en el Aeropuerto, el presidente decidió dar una entrevista exclusiva a Canal 3 y no acercarse a los trabajadores de prensa, que mostraron su disgusto por el desplante del primer mandatario. Macri-Aeropuerto-5 Salvador

 

 

 

 

 

 

En Santa Fe 

Macri, bien temprano, había desembarcado en Santa Fe. El presidente aseguró que la «política es salir de la oficina» para atender las necesidades de la gente, en el marco de un acto de entrega de

viviendas realizado en la capital provincial para familias que se encuentran en riesgo hídrico por las crecidas de los ríos Paraná y Salado.

«Hacer política es salir de la oficina y entender cuál es la necesidad y dar la solución, después de las elecciones a la gente no le importa de que partido somos, sino que trabajemos juntos», afirmó Macri. Y agregó: «Hacer política es recorrer, estar junto a la gente, entender cuál es la necesidad y construir la solución». Y además consideró que «las obras no pueden empezar y nunca terminar» por culpa de «la corrupción».

«Hace falta crecer 20 años para sacar a todos los argentinos de la pobreza», y remarcó que, si bien eso «se puede», es necesario trabajar «juntos, escuchándonos, diciendo la verdad y comprometiéndonos a cosas que sean posibles, porque eso genera confianza y la confianza es una fuerza arrolladora».

Macri participó del acto realizado en el barrio Nueva Esperanza junto al gobernador Miguel Lifschitz; la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley y el titular de la UCR José Corral.

Del acto también participaron el secretario de Vivienda, Domingo Amaya, y Gerónimo Momo Venegas, el Secretario General de la Uatre.

En su discurso, el jefe de Estado se refirió a “algo que es muy doloroso, que es el efecto de las inundaciones y sus consecuencias “ ya que “el agua arrasa con todos los medios de trabajo y eso ocasiona mayor pobreza, mayor frustración».

«Por eso, justamente, -remarcó- cuando el agua se va es lo que todos tenemos que hacer, encontrarnos en el terreno, porque para eso está la política, para mí eso es la política, es salir de la oficina, es ir al lugar, ir al barrio, recorrer, estar junto a la gente, estar cerca y entender cuál es la necesidad y entre todos, como estamos haciéndolo hoy, construir la solución».

En esa línea, Macri remarcó que, «una vez que pasa la elección, a la gente no le importa de qué partido somos, los argentinos necesitamos soluciones y esperamos soluciones que los dirigentes trabajen juntos para construirlas».

Asimismo, reiteró que «las obras no pueden nunca más comenzar y nunca terminar, nunca más ser sinónimo de corrupción, nunca más ligado al robo, a la frustración y la mentira».

Por último, dirigiéndose al gobernador santafesino, el socialista Miguel Lifschitz, le dijo que, «en el tema inundaciones, hacen falta muchas obras en esta provincia, lo hemos hablado, porque son década de obras de las cuales se habla y no se han hecho».

Así fue la espera y el desplante a los periodistas rosarinos