Dos explosiones mataron este miércoles al menos a 103 personas e hirieron a otras 141 en una ciudad del sur de Irán durante la conmemoración del aniversario del asesinato del general Qasem Soleimani por parte de Estados Unidos, informaron autoridades, que denunciaron el atentado y prometieron una «dura respuesta» para los culpables.

El presidente iraní, Ebrahim Raisi, dijo que los autores «de este acto cobarde pronto serán identificados y castigados por su acto odioso por las capaces fuerzas de seguridad y del orden público», y la Casa Blanca negó que Estados Unidos e Israel hayan estado involucrados en el hecho.

«Los enemigos de la nación deben saber que tales acciones nunca podrán perturbar la sólida determinación de la nación iraní», señaló Raisi, en un comunicado. El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, también prometió una «dura respuesta» para los culpables del ataque. «Los malvados y criminales enemigos de la nación iraní volvieron a crear un desastre y martirizaron a un gran número de personas queridas en Kerman», dijo en una declaración.

El ataque, que no fue reivindicado de inmediato por ningún grupo y que Irán calificó de «terrorista», ocurrió en medio de altas tensiones en Medio Oriente por la ofensiva de Israel contra Hamas en los territorios palestinos de la Franja de Gaza y un día después de la muerte del número dos del grupo islamista palestino en un ataque presuntamente israelí en el Líbano.

En tanto que la TV estatal y otros medios públicos de Irán, citando a testigos y fuentes de seguridad, dijeron que una primera explosión de menor intensidad fue seguida de otra más fuerte a los 20 minutos al paso de una multitud que se dirigía a un cementerio de la ciudad de Kerman, capital de la provincia del mismo nombre, donde está sepultado Soleimani.

Los canales de televisión mostraron imágenes de miles de personas reunidas en el lugar, cerca del cementerio, por el cuarto aniversario del asesinato de Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, que murió en un ataque de drones estadounidenses en Irak en enero de 2020.

El Gobierno iraní decretó luto nacional por el atentado, y el ministro del Interior y comandante de la Guardia Revolucionaria, Ahmad Vahidi, dijo que no quedará impune. «Aquellos que perpetraron estos crímenes deberían esperar una respuesta decisiva y contundente por parte de las fuerzas de seguridad y de aplicación de la ley iraníes», dijo Vahidi, sin apuntar contra nadie en particular como autor del atentado.

Grupos musulmanes sunnitas, como el Estado Islámico, se han atribuido ataques a gran escala contra civiles en Irán, un país islámico pero de mayoría chiita, aunque no en Kerman, una provincia relativamente pacífica.

El jefe del Poder Judicial de Irán, Gholam Hossein Mohseni-Ejei, dijo que «los agentes y perpetradores de este grave crimen serán sin duda castigados».

«Estados Unidos no estuvo involucrado de ninguna manera y cualquier insinuación que lo contradiga es ridícula», declaró esta tarde a periodistas el vocero del Departamento de Estado norteamericano, Matthew Miller. «No tenemos ninguna razón para creer que Israel estuvo involucrado en esta explosión», agregó, quien rehusó señalar quién pudo haber llevado a cabo el ataque.

Una mujer dijo a la TV estatal que una de las bombas explotó dentro de un tacho de basura en una calle que va a la mezquita donde descansan los restos de Soleimani.

La agencia de noticias iraní Tasnim, vinculada a la Guardia Revolucionaria, afirmó que las bombas estaban en dos bolsas. «Los autores  detonaron aparentemente las bombas por control remoto», añadió, citando a fuentes de seguridad no identificadas.

Soleimani fue el arquitecto de las actividades militares regionales de Irán y es aclamado como un héroe nacional entre los partidarios de la teocracia iraní. Sin embargo, Estados Unidos lo acusaba de haber ayudado y armado a milicias iraquíes que mataron o mutilaron a decenas de soldados estadounidenses durante la invasión de Irak y la subsecuente guerra (2003-11).

Irán tiene múltiples enemigos que podrían estar detrás del ataque, incluidos grupos de exiliados y organizaciones separatistas armadas. Irán ha apoyado a Hamas, así como al movimiento chiita libanés Hezbollah y a los rebeldes hutíes de Yemen.

«Este crimen atroz representa una extensión de todos los crímenes que intentaron socavar la República Islámica, su papel al enfrentar la arrogancia global, su adopción de la causa central de la nación y su apoyo a las fuerzas de resistencia en Palestina y el Líbano», dijo la milicia.

En ese contexto el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el atentado en Irán fue «escandaloso por su crueldad y su cinismo».

«El asesinato de gente pacífica que visitaba un cementerio es escandaloso por su crueldad y su cinismo», dijo Putin en un mensaje enviado a su homólogo iraní y al líder supremo Jamenei, informó el Kremlin.