La recesión y las importaciones no dejan de golpear a la industria y se multiplican los despidos y suspensiones. La fábrica de sanitarios Ferrum anunció que suspenderá a unos 500 trabajadores desde el 19 de diciembre y por tiempo indeterminado en su planta de producción en el partido bonaerense de Pilar, mientras que la fábrica de calzado e indumentaria Herzo, proveedora de Puma, cerró su planta en San Luis y dejó sin trabajo a 200 personas. En Puerto San Martín, obreros químicos realizaron una manifestación ayer frente a la planta American Colors, que permaneció cerrada por sus propios dueños (ver aparte).

En Ferrum, la decisión de efectuar suspensiones llegó después de que la empresa despidiera a unos 180 trabajadores a partir de junio de este año, según denunciaron los empleados de la firma dedicada a la producción de sanitarios.

Si bien la compañía no emitió un comunicado oficial, los operarios aseguran que tanto los despidos como las suspensiones responden a una fuerte baja en la producción debido a la caída de ventas por la recesión económica. Estiman que estarán parados al menos hasta fines de febrero o marzo, dado que habitualmente la fábrica paraliza sus actividades un mes desde la segunda quincena de enero por vacaciones y mantenimiento.

Estas suspensiones se conocieron a solo tres días del compromiso tripartito que tuvo como protagonistas al ministerio de Trabajo, empresarios y la CGT donde las partes acordaron evitar despidos hasta marzo de 2017.

En Concarán, San Luis, la planta fabril Herzo, que se dedicaba a la producción de calzado, indumentaria y otros productos para la firma Puma, anunció ayer su cierre, con lo que quedan sin trabajo alrededor de 200 personas.

El apoderado de la firma, Marcelo Iglesias, informó que «se ha discontinuado la operación de la compañía y se ha cerrado su planta». El pasado 14 de junio Herzo SA afirmó que se encontraba «en un proceso de modificación de su esquema productivo. Cinco meses después de esa desmentida, cerró.

Protesta por American Colors

Como lo informó la semana pasada este diario, la fábrica American Colors se encuentra al borde del cierre por la apertura de importaciones. «Cayó la producción a causa de la apertura de las importaciones y los altos costos de los servicios de luz y gas, y, si bien aún no hubo una comunicación oficial de la patronal, vemos que esta baja en la producción apunta al cierre», explicó el secretario general del Sindicato de Trabajadores Químicos, Julio Barroso. Los trabajadores se movilizaron y los representantes gremiales realizaron ayer una conferencia frente a la industria de Puerto San Martín. Están en juego 30 puestos laborales.