El detenido empresario Lázaro Báez dijo hoy ignorar los motivos de su detención y opinó que la causa en su contra por lavado de activos no es llevada con imparcialidad, en la breve audiencia que mantuvo con los tres integrantes de la sala II de la Cámara Federal porteña.

«Yo estoy bien, pero no sé por qué estoy detenido», dijo Báez a los camaristas Horacio Cattani, Eduardo Farah y Martín Irurzun en la breve audiencia privada de 20 minutos en la que sólo se le preguntó sobre las condiciones de detención.

Báez monologó ante los jueces y se mostró «preocupado» por la detención que ya lleva dos meses, durante los cuales dijo que no pudo ver a su familia, dijeron fuentes judiciales. También dijo que su empresa Austral Construcciones cotizó para participar de la obra pública al igual que otras «importantes» empresas del rubro y negó haber recibido sobreprecios.

Sobre el juez del caso, Sebastián Casanello, consideró que a su entender la causa «no es llevada con imparcialidad» y advirtió que el magistrado no ordenó muchas de la pruebas pedidas por su defensa.

Los camaristas sólo le preguntaron por su estado de salud y Báez les dijo que en la cárcel de Ezeiza está bien atendido, que a veces faltan «algunos insumos» pero que se encuentra bien, según las fuentes.

Al término de la audiencia, Báez se reunió en la alcaldía de los Tribunales federales de Retiro con su hijo Martín, también procesado en la causa pero sin prisión preventiva.